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Dr. López del Val, neurólogo de HLA Montpellier: "Por el momento no es posible estimar el riesgo de desarrollar Parkinson"
VADEMECUM - 11/04/2024 CONGRESOS / FORMACIÓNEl jefe de la Unidad de la Unidad de Trastornos del Movimiento en la Clínica Montpellier llevará a cabo el próximo 16 de mayo la conferencia titulada "Saquemos a la luz la parte más olvidada, oculta o desconocida de la enfermedad de Parkinson".
El 11 de abril se conmemora el Día Mundial del Parkinson, coincidiendo con el nacimiento del Dr. James Parkinson, neurólogo británico que descubrió y dio nombre a la enfermedad. Según la Sociedad Española de Neurología (SEN), el Parkinson también es, tras el Alzheimer, el segundo diagnóstico neurológico más frecuente entre los mayores de 65 años. De hecho, el 2% de los mayores de 65 años y el 4% de los mayores de 85 años padecen Parkinson en España. La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurodegenerativo complejo, de aparición en la edad adulta, que afecta a las estructuras del cerebro encargadas del control y la coordinación del movimiento, así como del mantenimiento del tono muscular y de la postura. “Los síntomas más frecuentes son la lentitud de movimientos (hipocinesia), rigidez muscular y temblor de reposo. Pero a estos tres síntomas se está uniendo cada vez más la disminución del olfato. Existen muchos síntomas acompañantes que suelen pasar inadvertidos o achacados a otras patologías que debemos buscar y saber encontrar”, explica el Dr. Javier López del Val, neurólogo de HLA Clínica Montpellier y experto en trastornos del movimiento. El diagnóstico del Parkinson generalmente se basa en la evaluación clínica de los síntomas, como temblores, rigidez, bradicinesia (movimientos lentos), y problemas de equilibrio y coordinación. No hay una prueba específica para diagnosticar el Parkinson, pero los médicos pueden utilizar pruebas neurológicas, análisis de sangre, imágenes cerebrales y otros exámenes para descartar otras condiciones y confirmar el diagnóstico. Es importante consultar con un neurólogo especializado en trastornos del movimiento para obtener un diagnóstico preciso. “Solamente en caso de duda, se puede solicitar un estudio de medicina nuclear (DAT-SCAN), que confirma la disminución de fabricación de dopamina en el cerebro del paciente. Habitualmente, ni un scanner ni una resonancia nuclear magnética aportan nada al diagnóstico”, indica el especialista. “No es posible estimar el riesgo de desarrollar esta enfermedad neurodegenerativa. Hay un pequeño porcentaje de pacientes que puede tener una forma de enfermedad de origen genético, pero el hecho de que un progenitor tenga la enfermedad de Parkinson ligada a una anomalía cromosómica, no quiere decir que todos los hijos o algunos de ellos vayan a tenerla. Por otra parte, sabemos que determinados fármacos o determinadas profesiones expuestas al contacto con tóxicos puede contribuir a que el cerebro vaya fabricando cada vez menos dopamina”, añade el doctor. El tratamiento del Parkinson es crucial ya que puede ayudar a mejorar la calidad de vida de los pacientes al controlar los síntomas y retrasar su progresión. Los medicamentos, la terapia física y ocupacional, y en algunos casos la cirugía, pueden ayudar a controlar los síntomas motores y no motores del Parkinson, como la rigidez, los temblores, la depresión y los problemas de sueño. Un tratamiento adecuado también puede ayudar a que los pacientes puedan mantener su independencia, participar en actividades diarias y sociales, y llevar un estado de salud general mejorado. Además, el apoyo emocional y la educación sobre la enfermedad tanto para los pacientes como para sus familias son componentes importantes del tratamiento integral del Parkinson. “El tratamiento es variable dependiendo de la edad de comienzo. En la persona joven (por debajo de los 60-65 años) se intentan utilizar fármacos neuro-retrasadores o neuro-protectores; y a cualquier edad, si clínicamente los síntomas interfieren en las actividades de la vida diaria del paciente, será necesario utilizar fármacos estimulantes o fármacos que estimulan los receptores de la dopamina o incluso la propia dopamina, con el objetivo de intentar conseguir una actividad motora lo más próxima a la normalidad diaria durante el mayor tiempo posible. Desgraciadamente, la evolución o progresión de la enfermedad, va provocando que en un porcentaje de los casos los fármacos resulten cada vez menos eficaces o con más complicaciones y se requiera otro tipo de tratamientos (quirúrgico, administración de dopamina subcutánea, etc.)”. La prevalencia del Parkinson ha ido en aumento en las últimas décadas, en parte debido al envejecimiento de la población. Aunque los avances en la medicina han mejorado la capacidad de diagnosticar la enfermedad en sus etapas tempranas, aún existen desafíos en su diagnóstico, ya que no existe una prueba específica para confirmarla y los síntomas pueden variar ampliamente entre los pacientes. No obstante, se ha mejorado la capacidad para identificar la enfermedad, pero todavía puede haber casos subdiagnosticados o mal diagnosticados. La investigación en Parkinson es un campo activo y en constante evolución. Algunas áreas de investigación incluyen las causas subyacentes, incluyendo factores genéticos, ambientales y neurobiológicos que puedan contribuir al desarrollo de la enfermedad. Se busca desarrollar nuevos tratamientos que puedan mejorar el control de los síntomas motores y no motores del Parkinson, así como tratamientos que puedan ralentizar o detener la progresión de la enfermedad. También se está investigando diversas terapias no farmacológicas, como la estimulación cerebral profunda, la terapia génica, la terapia con células madre y la terapia ocupacional y física. Lo que se pretende es identificar biomarcadores que puedan ayudar en el diagnóstico precoz, la monitorización de la progresión de la enfermedad y la evaluación de la eficacia de los tratamientos. “Asombraría saber el número de publicaciones e investigaciones nuevas que aparecen diariamente en el mundo, pero desgraciadamente se está lejos, al menos de momento, de encontrar una cura para el Parkinson. Llevo aproximadamente en la Clínica Montpellier cinco años, y trabajando en una Unidad de Parkinson desde 1980. En ambos lugares seguimos aplicando y utilizando todas las medidas terapéuticas encaminadas a evitar o retrasar la progresión y a mejorar la calidad de vida y las actividades de la vida diaria de las personas con Parkinson”, indica el Dr. Javier López del Val. Los próximos días 16 y 30 de mayo a las 19:00 horas, tendrán lugar en la Fundación Ibercaja Patio de la Infanta de Zaragoza dos conferencias a cargo del Dr. López del Val, tituladas ‘Saquemos a la luz la parte más olvidada, oculta o desconocida de la enfermedad de Parkinson’ y ‘¿Por qué es importante el ejercicio físico en numerosas enfermedades neurológicas?’. Estas conferencias están enmarcadas dentro del ciclo ‘Neurología al día’ que el profesional llevará a cabo y a las que se puede acudir bajo previa inscripción a través de la web de la Fundación Ibercaja en su apartado de actividades. Fuente: HLA Montpellier |
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