La endometriosis se caracteriza por la presencia de tejido endometrial dependiente del ciclo fuera de la cavidad uterina. Los focos de endometriosis pueden causar dolor intenso, dismenorrea e infertilidad. La terapia general incluye analgésicos y tratamientos hormonales, pero las medidas quirúrgicas como la escisión, la ablación y la histerectomía también pueden formar parte del tratamiento.  

Sin embargo, debido a la eficacia limitada, el riesgo de complicaciones y la baja satisfacción del paciente con las opciones de tratamiento actuales, existe la necesidad de buscar opciones de terapia adicionales.

En este contexto, el papel de la nutrición se estudia cada vez más. El estado actual del conocimiento sobre diversos factores nutricionales y sus posibles efectos sobre la endometriosis se resumió en un artículo de revisión.

La inflamación y el equilibrio hormonal como factores importantes en el desarrollo

La etiología y la patogenia de la endometriosis aún no se han investigado por completo, pero existen varias teorías.

Por un lado, la teoría del trasplante se basa en que las células endometriales individuales llegan a la cavidad abdominal de forma retrógrada a través de las trompas de Falopio. Esto conduce a un aumento de los niveles de marcadores de inflamación como prostaglandinas, citoquinas y quimioquinas.

Por otro lado, la teoría de la metaplasia explica la formación por conversión del epitelio celómico, es decir, tejido embrionario, en células endometrial. Esto también explicaría la aparición en órganos distantes.

Reducción del consumo de carne roja recomendada

Varios estudios han demostrado que tanto la carne roja procesada como la no procesada, como la carne de res y cerdo, están asociadas con un mayor riesgo de desarrollar endometriosis.

Comer carne roja puede estar asociado con niveles más altos de estradiol y sulfato de estrona y, por lo tanto, niveles más altos de esteroides, inflamación y desarrollo de endometriosis. Además, su consumo puede promover la expresión de marcadores proinflamatorios que parecen estar involucrados en el desarrollo y progresión de la endometriosis.

La cantidad y la calidad de la grasa son cruciales

Existe evidencia de que la calidad y la cantidad de grasa también son factores moduladores de la endometriosis. Un estudio prospectivo encontró que el ácido palmítico (un ácido graso saturado que se encuentra principalmente en la carne y los lácteos) y la ingesta de grasas trans se asociaron con un mayor riesgo de endometriosis. Sin embargo, el consumo total de grasa no fue determinante para el mismo riesgo.

El papel de las grasas animales es de particular interés ya que su alto consumo se ha relacionado con otras condiciones ginecológicas. Aún no se sabe si las grasas animales tienen un efecto similar sobre el riesgo de desarrollar endometriosis.

Debido a que los estrógenos juegan un papel clave en el desarrollo de la endometriosis, los factores dietéticos que afectan la actividad de los estrógenos pueden ser clínicamente importantes. Se ha demostrado que reducir la cantidad de grasa en la dieta mientras se aumenta la fibra puede disminuir los niveles de estrógeno circulante entre un 10 % y un 25 %.

Además, se sospecha que los estrógenos exógenos que se encuentran en los productos animales tienen efectos biológicos.

La nutrición basada en plantas tiene muchas ventajas

El cambio a una dieta basada en plantas suele ir acompañado de una ingesta reducida de grasas en la dieta y una mayor proporción de fibra. Ambos componentes están asociados con concentraciones más bajas de estrógeno, lo que a su vez reduce el riesgo de endometriosis.

Los fitoquímicos como los polifenoles también tienen propiedades antiinflamatorias que pueden ser beneficiosas en la endometriosis.

Presta atención a los niveles de vitaminas

Los antioxidantes también juegan un papel importante en la regulación de los procesos inflamatorios. Un estudio mostró que las mujeres con endometriosis consumían menos vitamina C y vitamina E que las mujeres sin endometriosis. La suplementación con estas vitaminas redujo significativamente los síntomas de la endometriosis.

La vitamina D también puede desempeñar un papel en la prevención y el tratamiento de la endometriosis. Los niveles bajos de vitamina D se han relacionado con un mayor riesgo de endometriosis y síntomas más graves. Además, la vitamina D se asocia con efectos antiinflamatorios y antioxidantes.

Clasificación de los resultados

Es importante señalar que el estudio es una descripción general y no hace recomendaciones específicas. Se necesita más investigación para comprender mejor el vínculo preciso entre la dieta y la endometriosis y derivar pautas dietéticas específicas para la prevención y el tratamiento.

Autor: Jana Theile-Ochel (Estudiante de Medicina)

Fuente: Gelbe Liste