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“Tras sufrir un infarto continuar fumando es innegociable”
VADEMECUM - 15/02/2023 PATOLOGÍASLa prevención del infarto, parcial o completo, radica en el cumplimiento de unos hábitos de vida cardiosaludables.
La vida después de sufrir un infarto genera dudas e inquietudes en aquellos pacientes que han sufrido una afectación cardiaca y normalmente viene marcada por un cambio sustancial en los hábitos de vida. Según explica el doctor Eladio Galindo Fernández, del servicio de Cardiología del Hospital Quirónsalud Huelva, ‘el paciente en proceso de recuperación tras un infarto acude a la consulta, generalmente asustado, y planteando cuestiones relacionadas con el tiempo de recuperación, la nueva medicación pautada, la incorporación a la vida laboral o la práctica de ejercicio físico’. Tras los últimos avances en técnicas como el cateterismo, así como en el tratamiento farmacológico, la recuperación tras un infarto suele ser rápida, volviendo a las actividades de la vida diaria tras aproximadamente 72 horas del evento, si no se han presentado complicaciones. Sin embargo, una recuperación total puede llevar desde meses hasta un año. Señala el experto que el cambio sustancial debe darse en la adopción y cumplimento estricto de hábitos de vida cardiosaludables. ‘Abandonar el hábito tabáquico es una obligación para estos pacientes, así como la reducción del consumo de alcohol a momentos muy puntuales y de manera moderada’. Para el control de los factores de riesgo asociados a las afectaciones cardiacas (glucosa, colesterol, y tensión) debe practicarse de manera diaria ejercicio físico, inicialmente aeróbico de baja carga, y mantener una dieta protagonizada por el consumo de verduras, frutas, legumbres, cereales integrales y grasas no saturadas. Las secuelas que un infarto puede dejar varían según la situación de partida del paciente, así como la extensión de este y el número de arterias coronarias afectadas. Explica el doctor Galindo que ‘el tiempo desde que aparecen los síntomas hasta que se tratan’ es un factor determinante en la recuperación del paciente por lo que se recomienda acudir o contactar con el servicio de Urgencias ante la mínima sospecha de estar sufriendo una afectación cardiaca. Tras un infarto, se realiza una primera revisión cardiológica durante el ingreso, que incluye una historia clínica detallada, un electrocardiograma, una analítica completa con marcadores cardiacos y un ecocardiograma. Posteriormente, al alta, se realiza una primera revisión con la práctica de una ecocardiografía de control y una prueba de esfuerzo para valorar la capacidad funcional actual. A los 3-6 meses se realiza una nueva revisión para ajustar el tratamiento médico y abordar las dudas del paciente. Finalmente, a los 10-12 meses el paciente acude a revisión para realizar una nueva prueba de esfuerzo y una ecocardiografía de control. Una vez superado el primer año, salvo situaciones concretas, la recomendación es mantener una revisión anual completa.
Fuente: Quironsalud |