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La IPL aplicada antes y después de la cirugía refractiva láser, demuestra combatir la sequedad ocular, principal efecto secundario de la operación

VADEMECUM - 20/02/2024  TERAPIAS

Primer ensayo clínico que investiga el papel preventivo de la Luz Pulsada Intensa (IPL) como tratamiento profiláctico en pacientes sanos sometidos a cirugía refractiva láser.

El tratamiento preventivo con Luz Pulsada Intensa, también llamado IPL por sus siglas en inglés (Intense Pulsed Light), ha demostrado su eficacia frente a las molestias de sequedad ocular postoperatoria tras cirugía refractiva láser. Así lo concluye un estudio publicado en la revista Asia-Pacific Journal of Ophthalmology y liderado por el Dr. Jorge Alió del Barrio, especialista de Vissum Grupo Miranza (Alicante). El estudio perseguía evaluar las mejoras que conlleva la aplicación de esta terapia antes y después de la intervención en la prevención de enfermedades de la superficie ocular durante el proceso de recuperación de los pacientes.


Tramiento con IPL - Vissum Grupo Miranza

Partiendo de que el principal riesgo que conlleva la cirugía refractiva láser es el desarrollo de sequedad ocular a lo largo de las primeras semanas o meses del postoperatorio, la investigación se ha basado en el uso preventivo de la luz pulsada intensa, un tratamiento indoloro aplicado en consulta y utilizado habitualmente en patologías como el ojo seco o la blefaritis, una inflamación que se presenta en el borde del párpado.

A través del estudio ‘Luz pulsada intensa perioperatoria para prevenir y mejorar los síntomas del ojo seco post cirugía refractiva corneal con láser’, que es el primer ensayo clínico que investiga el papel de la terapia IPL perioperatoria como tratamiento profiláctico en individuos sanos sometidos a cirugía refractiva corneal con láser, se proporcionó un tratamiento con IPL a la mitad de los pacientes candidatos a cirugía refractiva láser, mientras que a la otra mitad se le realizó un tratamiento simulado. Según el Dr. Jorge Alió del Barrio, “los pacientes que recibieron la luz pulsada intensa, antes y después de la cirugía, manifestaron menos síntomas de ojo seco en el postoperatorio y también menos signos de alteración de la superficie ocular”.

El especialista explica que “esta terapia emite una energía en la piel periocular y de los párpados con un efecto antinflamatorio y antimicrobiano, lo que produce la mejora en la secreción de las glándulas de Meibomio, responsables de lubricar la superficie ocular, aportando grasa a la lágrima para evitar que ésta se evapore y garantizar, así, la correcta hidratación de ojo”.

El hallazgo de esta investigación supone una buena noticia para los pacientes candidatos a cirugía refractiva láser que tienen algún grado de inflamación en los parpados (blefaritis), así como riesgo de desarrollar ojo seco o síntomas de sequedad en el postoperatorio, porque, a partir de ahora, pueden contar con una nueva opción terapéutica orientada a mejorar su calidad de vida.

“Ahora, los oftalmólogos vamos a poder disponer un arma terapéutica que va más allá de la lágrima artificial, ya que se puede intentar prevenir la sequedad ocular, que es la principal complicación de la cirugía refractiva láser”, concluye el Dr. Alió del Barrio.

Prevenir la sequedad ocular: máxima prioridad del estudio para acelerar el postoperatorio

El síndrome de ojo seco es una afección que aparece cuando las lágrimas no pueden lubricar el ojo adecuadamente provocando molestias en los ojos, además de problemas visuales y, en algunos casos, lesiones en la superficie ocular que podrían dañar la córnea y a la conjuntiva o membrana que recubre tanto la superficie interna del párpado como como el globo ocular.

Esta patología afecta a cerca de 350 millones de personas en todo el mundo, teniendo una importante repercusión en la calidad de vida de las personas, debido a una constante sensación de arenilla durante el parpadeo y una posible alteración en la calidad de la visión. Mejorar estos síntomas hace que los pacientes se encuentren mejor, al no tener molestias derivadas de la sequedad ocular, lo que acelera también el proceso de rehabilitación.

Algunos de los factores de riesgo más comunes para padecer de ojo seco son el envejecimiento, especialmente a partir de los 50 años, y el sexo, ya que los cambios hormonales ocasionados en la mujer por el embarazo, el uso de tratamientos anticonceptivos y la menopausia podría provocar la falta de lágrimas. La cirugía refractiva es otro de los aspectos a tener en cuenta, además de algunos elementos relacionados con el estilo de vida como pueden ser el tabaco, los ambientes secos, la exposición a las pantallas y el uso de lentes de contacto.

La investigación, realizada a lo largo de dos años, con el propósito de prevenir el ojo seco y acelerar el postoperatorio de los pacientes candidatos a cirugía refractiva láser, contó con la implicación de hasta 10 profesionales de la unidad de cirugía refractiva y de I+D+i, entre los que se encuentran cuatro médicos oftalmólogos.

Fuente: Miranza

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