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Cómo los factores ambientales y de estilo de vida aumentan el riesgo cardiovascular

VADEMECUM - 21/03/2024  PUBLICACIONES

La cardiopatía isquémica (CI) sigue siendo una de las principales causas de muerte a nivel mundial. Para desarrollar mejores estrategias de prevención en el futuro, se dedicó un artículo a evaluar nuevos factores de riesgo como la contaminación ambiental, el cambio climático, la salud mental y las enfermedades infecciosas, así como sus efectos sobre la salud cardiovascular.

La CI se considera una de las principales causas de morbilidad mortalidad. Aunque las intervenciones preventivas que abordan los factores de riesgo convencionales han ayudado a reducir la incidencia de la CI, sigue siendo una de las principales causas de muerte en todo el mundo. Por lo tanto, la atención ahora se está desplazando hacia factores de riesgo no tradicionales que en conjunto contribuyen significativamente a la carga de morbilidad.

Nuevos factores de riesgo y sus efectos

Un artículo describe cómo estos factores de riesgo interactúan y pueden contribuir al desarrollo de la CI. Se abordó el nuevo concepto de “exposoma”, que amplía la definición de factores de riesgo para incluir otros factores que influyen, como el medio ambiente y el estilo de vida, a los que hasta ahora se les había prestado menos atención.

La contaminación del aire reduce la esperanza de vida

La contaminación del aire reduce la esperanza de vida mundial en 2,9 años, más que fumar tabaco en 2,2 años. Con la edad, las consecuencias se vuelven más graves debido, entre otras cosas, a la exposición prolongada al estrés, especialmente en los países en desarrollo.

La contaminación del aire desencadena reacciones que comienzan con la inhalación de contaminantes y que provocan disfunción endotelial, inflamación, aumento de la coagulación sanguínea y vasoconstricción. Las partículas ultrafinas también pueden penetrar directamente en el sistema circulatorio y provocar aterosclerosis.

La contaminación por partículas y los gases de escape de diésel se han relacionado con un aumento agudo de la presión arterial. Además, la contaminación del aire puede afectar la sensibilidad a la insulina y promover el desarrollo de diabetes mellitus manifiesta.

La salud pública amenazada por la contaminación del aire

Se ha demostrado que los contaminantes del aire aumentan los marcadores inflamatorios incluso en personas con buena salud cardiovascular.

El cambio climático y sus efectos en la salud

El cambio climático aumenta los riesgos para la salud, particularmente a través de olas de calor más frecuentes, que se correlacionan con más muertes cardiovasculares. Las olas de calor y la contaminación del aire juntas aumentan la mortalidad por ataques cardíacos a través de respuestas al estrés, respuestas inflamatorias sistémicas y disfunción endotelial.

La contaminación del suelo y del agua degrada la calidad de los alimentos y el agua, y el cadmio, el plomo y el arsénico, en particular, aumentan el riesgo de enfermedades cardíacas.

La contaminación lumínica como riesgo para la salud

La contaminación lumínica se considera un factor de riesgo ambiental más nuevo. Un estudio demostró que la luz nocturna aumentaba el riesgo de aterosclerosis carotídea, presión arterial elevada, hiperglucemia y obesidad en las personas mayores.

La contaminación acústica aumenta significativamente el riesgo

El ruido del tráfico, especialmente de noche, activa la amígdala y desencadena una reacción de estrés que, según estudios, aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, independientemente de otros factores de riesgo. El ruido nocturno de los aviones aumentó significativamente la mortalidad por causas cardiovasculares.

El estrés como factor de riesgo

La pandemia de COVID-19 intensificó el estrés psicosocial. Los factores estresantes sociales y las enfermedades mentales, especialmente en aquellos con enfermedad cardiovascular previa, aumentan significativamente el riesgo de eventos cardiovasculares.

El estrés crónico conduce a resultados adversos para la salud y duplica el riesgo de infarto agudo de miocardio independientemente de los factores de riesgo tradicionales modificables.

El nivel socioeconómico bajo favorece la CI

Un estudio demostró que el nivel socioeconómico bajo se asocia con una mayor actividad de la amígdala, inflamación arterial y un aumento de eventos cardiovasculares.

Mayor riesgo cardiovascular por infecciones

Las infecciones son un factor de riesgo de eventos cardiovasculares relacionados con aterotrombóticos. Se han demostrado múltiples mecanismos que promueven la CI en el curso de las infecciones respiratorias, la periodontitis y el SARS-CoV-2, incluida la activación y agregación plaquetaria, la inducción del estrés oxidativo y la inflamación sistémica mediada por lipopolisacáridos.

Interacciones entre infecciones y factores ambientales

Los estudios informan una fuerte asociación entre la infección por SARS-CoV-2, el aumento de la contaminación por partículas y la cardiopatía isquémica.

Protección del medio ambiente para reducir riesgos

Las sociedades de cardiología reconocen la contaminación del aire como un factor de riesgo de enfermedades cardíacas y piden conciencia y acción, como cambiar a energías renovables y transporte alternativo.

Los cambios en el microbioma intestinal pueden ser causados ​​por la contaminaci´n del aire y están relacionados con enfermedades cardiovasculares. Por lo ta nto, las dietas vegetales y mediterráneas basadas en ingredientes naturales y sostenibles también podrían proteger la salud y el clima.

Prevención de infecciones para reducir riesgos cardiovasculares

Para reducir el impacto de las enfermedades infecciosas en el sistema cardiovascular, se recomiendan dietas saludables (dieta mediterránea, prebióticos/probióticos) y vacunas contra la gripe para reducir el riesgo cardiovascular y mejorar la salud del corazón.

Ampliación de las medidas preventivas necesarias

Los factores de riesgo ambientales como la contaminación del aire, el estrés mental y las infecciones empeoran la salud cardiovascular. A pesar de la creciente conciencia y consideración en las directrices, se necesitan más medidas preventivas e investigaciones para comprender sus efectos holísticos.

Fuente: Gelbe 

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