Antecedentes

Varios estudios ya han detectado un aumento de problemas mentales en niños y adolescentes durante la Covid-19 pandemia. Las niñas jóvenes parecen haber tolerado menos bien las restricciones sociales. Durante la pandemia de coronavirus, el número de tratamientos para trastornos alimentarios y comportamientos autolesivos (CVA) aumentó significativamente. Esto se desprende de un estudio de base poblacional de Gran Bretaña publicado en la revista "The Lancet Child & Adolescent Health" [1].

Los resultados de una nueva encuesta de atlas de atención del Instituto Central para la Atención Médica de Seguro Social (Zi) en Alemania ahora también confirman un aumento de trastornos mentales [2].

Estudio de Gran Bretaña con más de 9,18 millones de niños y adolescentes

Los investigadores del Centro de Salud Mental y Seguridad, Departamento de Psicología y Salud Mental de la Universidad de Manchester, dirigidos por el Dr. Pearl Mok, examinaron las tasas de incidencia de enfermedades mentales en niños y adolescentes a partir de los datos de la "UK Clinical Practice Research Datalink" (RPRD).

Para ello, se basaron en los registros médicos de más de 9,18 millones de adolescentes de entre 10 y 24 años atendidos por médicos de cabecera británicos entre enero de 2010 y marzo de 2022. Allí también se les proporciona a los adolescentes el tratamiento de enfermedades mentales como trastornos alimentarios y comportamientos autolesivos.

Aumento de trastornos alimentarios y autolesiones en niñas

Con el comienzo de la pandemia de Covid-19 en marzo de 2020, las tasas de incidencia de enfermedades mentales aumentaron. Entre las niñas de 13 a 16 años, los tratamientos debido a trastornos alimentarios aumentaron en un 42,4% (intervalo de confianza del 95% [IC 95%] 25,7-61,3). Entre las adolescentes de 17 a 19 años, el aumento fue del 32% (IC 95% 13,3-53,8). No se detectaron cambios en los otros grupos de edad.

Una tendencia similar se observó también en los trastornos del comportamiento con comportamiento autolesivo como "cortarse". Entre las niñas de 13 a 16 años, se diagnosticaron un 38,4% (IC 95% 20,7-58,5) más de diagnósticos de Comportamientos Autolesivos o SIB por sus siglas en inglés.

En los niños, que generalmente están menos afectados por trastornos alimentarios y autolesivos, la tasa de nuevos casos no aumentó. La incidencia de trastornos alimentarios disminuyó incluso en un 22,8% (IC 95% 9,2-34,4); las lesiones autolesivas  se diagnosticaron con un 11,5% (IC 95% 3,6-18,7) menos frecuencia.

Enfoque en el apoyo psicosocial oportuno

En las niñas de 13 a 16 años, el aumento de trastornos alimentarios y SIB afectó principalmente a las familias que viven en mejores condiciones socioeconómicas. Esto podría estar relacionado con el hecho de que los miembros de estas capas de la población recurren más a la ayuda médica por enfermedades mentales, sugiere Mok. Para superar los problemas existentes y evitar un empeoramiento de los síntomas, una evaluación y tratamiento psicosocial oportunos son siempre de suma importancia [1].

Estudio de Atlas de Atención del Zi

Los números del nuevo estudio de Atlas de Atención del Zi también muestran un aumento de trastornos psicológicos. Aquí también, las adolescentes estaban especialmente afectadas. El grupo de investigación analizó los datos de facturación de los médicos contratados de casi doce millones de jóvenes asegurados entre 2014 y 2021.

Aumento alarmante de depresiones y trastornos alimentarios en las niñas

Un aumento desproporcionado de nuevos diagnósticos de depresión y trastornos alimentarios en las niñas se observó especialmente en los primeros dos años de pandemia (2020 y 2021). De 2019 a 2021, la incidencia total de trastornos depresivos aumentó en un 27%. Las niñas entre 15 y 17 años se enfermaron aproximadamente tres veces más que los chicos de la misma edad.

Alarmantes son los números de anorexia. Aquí, la incidencia bruta de diagnóstico hasta 2019 era decreciente: de 5,6 a 4,1 casos por 10.000 niños y adolescentes (2014 vs. 2019: -27%). En el período de 2020 a 2021, se produjo un cambio de la tendencia de incidencia observada hasta ahora. La tasa de nuevos casos aumentó a 7,1 por 10.000 casos, alcanzando así el valor máximo del período de estudio. Esto equivale a un aumento relativo del 74% en 2021 en comparación con 2019.

Probablemente la cifra oscura de cargas psicológicas en niños y adolescentes es aún más alta

La infancia y la adolescencia representan una etapa de vida especialmente vulnerable debido a sus pasos específicos de desarrollo y a las crecientes exigencias relacionadas con la edad, que pueden influir tanto en la salud física como en la salud mental a lo largo de la vida“, dijo el presidente del consejo de administración de Zi, Dominik von Stillfried. Se presume que el número real de niños y adolescentes con cargas psicológicas es aún mayor debido a las dificultades para acceder a la atención psicoterapéutica, como sugiere la investigación [2].

Autor(a): Dr. Christian Kretschmer (Médico)

Fuente: GelbeListe

Referencias:

1.       Trafford, A. M. et al. (2023): Temporal trends in eating disorder and self-harm incidence rates among adolescents and young adults in the UK in the 2 years since onset of the COVID-19 pandemic: a population-based study. The Lancet Child & Adolescent Health, DOI: 10.1016/S2352-4642(23)00126-8.

2.       Kohring, C. et al. (2023): Inzidenztrends psychischer sowie Entwicklungs- und Verhaltensstörungen bei Kindern und Jugendlichen in der ambulanten Versorgung – Entwicklungen zwischen 2014 und 2021. Versorgungsatlas, DOI: 10.20364/VA-23.05.