El Hospital Vithas Aguas Vivas ha comenzado a realizar un tratamiento endoscópico denominado endomanga que tiene por objetivo reducir el tamaño del estómago para el tratamiento de la obesidad en el que no es necesario realizar incisiones. Al tratarse de un tratamiento endoscópico que se realiza a través de la boca, no quedan cicatrices externas, tal y como ha explicado el doctor Vicente Ortiz, encargado de aplicar esta técnica.

El profesional del Hospital Vithas Aguas Vivas ha explicado que se utiliza un dispositivo endoscópico específico “mediante el cual se consigue estrechar y acortar el estómago, haciendo una reducción importante de su capacidad hasta conseguir que se asemeje a un tubo o a una manga”.

La reducción del estómago se realiza mediante “plicaturas o pliegues gástricos (hasta 18) que quedan de modo permanente”. Por este motivo, tal y como resalta el doctor Ortiz, “se considera que la endomanga es un tratamiento definitivo para la obesidad, a diferencia de otros como el balón intragástrico o los tratamientos farmacológicos”.

El doctor Ortiz ha resaltado que, mediante esta técnica de reducción de estómago, “se consigue que haya una mayor sensación de saciedad en las comidas y un mejor reparto de la ingesta calórica diaria”. Además, ha puesto en valor las dos ventajas principales de esta técnica respecto a otras. Por un lado, que la recuperación “es muy rápida de modo que el paciente puede reincorporarse a su vida habitual en 24 o 48 horas debido a que al ser un tratamiento endoscópico (no hay incisiones) no tiene prácticamente efectos secundarios”; y, por otra parte, que se trata de un tratamiento “permanente, puesto que una vez realizado queda para siempre a diferencia de otras técnicas”.

No obstante, el profesional del Hospital Vithas Aguas Vivas ha recordado que, si bien la endomanga es un tratamiento eficaz para el tratamiento de la obesidad, “es importante saber que el peso que se pierda con este procedimiento es variable y depende de varios factores como la cantidad de peso que se necesita perder, el estilo de vida, los hábitos alimentarios, la posibilidad de aumentar la capacidad física e incluso aspectos psicológicos”.

La endomanga está “especialmente indicada en pacientes con obesidad que tengan un índice de masa corporal (IMC) -la relación entre la altura y el peso (Kg/m²) entre 30 y 40, aunque si el paciente tiene factores de riesgo cardiovascular o dolores articulares derivados de la obesidad puede indicarse con IMC inferiores”. Por encima de un IMC de 40, tal y como apunta el doctor Ortiz, “estaría indicado valorar la cirugía bariátrica”.

En este sentido, el doctor Ortiz ha subrayado que “siempre debe ser un médico el que determine la indicación del tratamiento tras una valoración del paciente. El mismo médico le orientará acerca de los pasos a seguir a continuación que básicamente consisten en una valoración por el médico endoscopista y un estudio preoperatorio que valorará el anestesista”.

Por lo que respecta a la preparación previa, “es necesario seguir una dieta los días previos a la intervención” mientras que el proceso de recuperación “es muy rápido y permite al paciente reincorporarse a su vida habitual pasadas 24 o 48 horas, si bien ese tiempo es variable y en algunos casos puede prolongarse”. Así, el doctor Ortiz ha explicado que, tras la intervención, “suele haber un dolor leve en la parte superior del abdomen que desaparece en pocas horas”.

Por último, el doctor Ortiz ha recordado la importancia de realizar “un control y seguimiento tras el tratamiento endoscópico para cambiar los hábitos no saludables que le llevaron a ganar peso. Con ello los resultados son mucho mejores a largo plazo y conseguirá una mejoría importante de su salud y de su calidad de vida”.    

Fuente: Vithas