Janssen presenta nuevos datos de práctica clínica real en el Congreso Europeo Anual de Reumatología (EULAR 2019) que sugieren que para que un tratamiento para la artritis psoriásica sea eficaz no solo se deben considerar la piel y las articulaciones

VADEMECUM - 17/06/2019  CONGRESOS / FORMACIÓN

Se calcula que hasta el 42% de los 14 millones de personas que padecen psoriasis en Europa también tendrán artritis psoriásica, enfermedad que causa dolor, rigidez e hinchazón en las articulaciones y alrededor de ellas.

Janssen presenta nuevos datos de práctica clínica real en el Congreso Europeo Anual de Reumatología (EULAR 2019) que sugieren que para que un tratamiento para la artritis psoriásica sea eficaz no solo se deben considerar la piel y las articulaciones

Janssen Pharmaceutical Companies of Johnson & Johnson ha presentado esta semana nuevos datos de PsABio, un estudio de práctica clínica real en desarrollo con casi 1.000 personas con artritis psoriásica (APs) que han comenzado a recibir tratamiento con Stelara (ustekinumab) o con un inhibidor del factor de necrosis tumoral(iTNF). Lo ha hecho en el Congreso Europeo Anual de Reumatología (EULAR 2019) que se celebra este año en Madrid, España.

La APs es una enfermedad inflamatoria multifacética y mediada por el sistema inmunitario que afecta a múltiples partes del cuerpo, como la piel, las articulaciones, los tejidos blandos, etc. Además, los pacientes con APs presentan a menudo otras enfermedades concomitantes como obesidad, enfermedades cardiovasculares y síndrome metabólico.

En el estudio PsABio se están investigando los efectos de conseguir que la actividad de la enfermedad sea baja en los lugares principalmente afectados por la APs, es decir, la piel y las articulaciones. Los resultados presentados procedentes del análisis demuestran que el tratamiento con ustekinumab o con un iTNF consigue que cifras considerables y similares de pacientes tratados con estos fármacos lleguen a tener una baja actividad de la enfermedad (BAE) o alcancen la remisión después de seis meses de tratamiento. Además, se ha demostrado que estas mejoras se asocian a una mejora de la calidad de vida relacionada con la salud (CdVRS), una mejora de la función física y una disminución del dolor.

“Las numerosas manifestaciones patológicas causadas por la APs afectan profundamente a la calidad de vida y a la capacidad funcional de los pacientes y les producen dolor. Para que la carga que supone la enfermedad disminuya, las estrategias de tratamiento deben abordar todos estos síntomas de la enfermedad”, ha declarado Laure Gossec, investigadora principal del estudio PsABio y profesora de Reumatología en el Hospital Pitie-Salpétriere y la Universidad de la Sorbona de París, Francia. “Por lo tanto, nuestros datos apoyan una estrategia de tratamiento personalizada en la asistencia sanitaria de rutina de la APs para garantizar que los pacientes alcancen la remisión o un estado bajo de actividad de la enfermedad y tengan una mejor calidad de vida relacionada con la salud".

Aparte de tener afectadas la piel y las articulaciones, los pacientes con APs a menudo tienen enfermedades concomitantes como la obesidad.2 En un análisis adicional del estudio PsABio se analizó el efecto de la obesidad sobre la actividad de la enfermedad en la APs en el periodo basal del estudio. Esta relación se investigó en 917 pacientes con APs que utilizaban ya ustekinumab o un iTNF.5 Los resultados demostraron que la obesidad estaba relacionada con alta actividad de la enfermedad en el periodo basal según los resultados comunicados por los médicos y por los pacientes, según el nivel de afectación de la piel (área de superficie corporal), según los resultados de la función física (HAQ) y por el hecho de que la actividad de la enfermedad era más grave en los pacientes obesos. En un análisis multivariable se observó una relación independiente entre un IMC más alto y una mayor actividad de la enfermedad en la APs, un mayor impacto de la enfermedad y un mayor deterioro funcional. Como la obesidad es común en los pacientes con APs, estos resultados ponen de manifiesto la necesidad de implantar estrategias de tratamiento dirigidas al estilo de vida en el tratamiento de la APs, tales como el control del peso en paralelo con el tratamiento centrado en las articulaciones y la piel.

“En Janssen somos conscientes del valor que supone proporcionar datos del "mundo real" a la comunidad médica y nos complace que el estudio PsABio ayude a responder algunas preguntas importantes sobre el tratamiento más adecuado que deben recibir las personas con APs en la práctica clínica diaria”, ha comentado el Dr. Jaime Oliver, director del área terapéutica de Inmunología y CVT para Europa, Oriente Medio y África de Janssen Cilag GmbH International. “A medida que en el estudio PsABio se sigan recopilando más datos del mundo real, haremos pública más información para ayudar a mejorar las vidas de los pacientes con APs”. Se calcula que hasta el 42% de los 14 millones de personas que padecen psoriasis en Europa también tendrán artritis psoriásica, enfermedad que causa dolor, rigidez e hinchazón en las articulaciones y alrededor de ellas.

 

Acerca del estudio PsABio 

El estudio PsABio (número NCT: NCT02627768 / CNTO1275PSA4003) es un estudio de cohortes prospectivo y observacional que se está llevando a cabo actualmente en ocho países europeos y en el que se están evaluando la eficacia, la tolerabilidad y la persistencia del tratamiento con ustekinumab y con iTNF en pacientes con APs que han empezado a recibir fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad biológicos (FARMEb) como tratamiento de primera, segunda o tercera línea en práctica clínica habitual.

En el resumen de Gossec y cols., que muestra el análisis de BAE y la estrategia de tratamiento personalizado, de los 563 pacientes tratados con ustekinumab o con un iTNF incluidos en el estudio entre diciembre de 2015 y agosto de 2017, 303 tenían datos disponibles de su seguimiento a los 6 meses.3 Los estados de la enfermedad se definieron utilizando el Índice de actividad clínica de la enfermedad para la artritis psoriásica (cDAPSA) de la forma siguiente: ≤4 para la remisión y ≤13 para la BAE (datos disponibles de 250 pacientes), para la MBAE (muy baja actividad de la enfermedad) 7/7 criterios y para la MAE(mínima actividad de la enfermedad)) 5/7 criterios (datos disponibles de 206 y 260 pacientes, respectivamente).3 La CdVRS se evaluó usando el instrumento genérico EQ5D y la herramienta específica para la APs PsAID‑12. La función física se determinó con el Cuestionario de evaluación de la salud sin índice de discapacidad (HAQ-DI) y el nivel de dolor se determinó con una escala visual analógica del dolor (de 0 a 100).3 El componente del que más se carecía de datos en la MAE era la evaluación de la afectación cutánea debida a la psoriasis (68/299=22,7%) y el componente del que menos se carecía de datos era la entesitis (6/299=2,0%).3 De los otros 5 componentes faltaban datos con igual frecuencia (8-9%). Se presentaron los datos observados disponibles sobre las asociaciones univariables, sin imputar los datos perdidos ni hacer un ajuste en función de las diferencias basales. 

La edad media de los 303 pacientes era de 49,7 años (desviación estándar [DE] 12,8), la duración media de su enfermedad era de 7,2 años (DE 8,2) y el 50,5% eran mujeres.3 Los resultados a los 6 meses mostraron tasas aproximadamente iguales de remisión según el cDAPSA, de BAE según el cDAPSA, de MAE y de MBAE con ustekinumab y los iTNF. La remisión y la BAE según el cDAPSA y la MBAE y la MAE en ambos grupos de tratamiento se asociaron a una mejora de las evaluaciones de la calidad de vida relacionada con la salud (CdVRS) general y específica de la enfermedad (escala visual analógica  del EQ5D, PsAID-12), la función física (HAQ-DI) y el dolor (escala visual analógica).

En un segundo análisis publicado por Siebert y cols. se investigó la relación entre el sobrepeso/obesidad en el periodo basal y la actividad de la enfermedad, los resultados comunicados por los pacientes y el nivel de discapacidad en una cohorte extensa de práctica clínica habitual en pacientes con APs que habían empezado a recibir tratamiento biológico con ustekinumab o con un iTNF.5 Se recopilaron y se analizaron los datos basales de la población del estudio del índice de masa corporal (IMC), la actividad de la enfermedad (cDAPSA, psoriasis, BSA), el efecto percibido por los pacientes (PsAID-12), el nivel de discapacidad (HAQ-DI) y la presencia o antecedentes de enfermedad cardiovascular o enfermedad metabólica equivalente.5 Se utilizaron estadísticos descriptivos de los datos disponibles y tres modelos exploratorios de regresión múltiple para investigar la relación entre el cDAPSA, el PsAID-12 y el HAQ-DI (variables dependientes) con el IMC, ajustada en función de la edad, el sexo, el tabaquismo, el área de superficie corporal, la proteína c-reactiva, la duración de la enfermedad y el tratamiento biológico.

 

Acerca de la artritis psoriásica

La artritis psoriásica es una enfermedad inflamatoria crónica mediada por el sistema inmunitario que se caracteriza por inflamación articular y lesiones cutáneas asociadas a la psoriasis. La enfermedad causa dolor, rigidez e hinchazón en y alrededor de las articulaciones y habitualmente aparece entre los 30 y 50 años de edad, pero puede aparecer en cualquier momento de la vida. Aunque se desconoce la causa exacta de la artritis psoriásica, se cree que los genes, el sistema inmunológico y los factores medioambientales desempeñan un papel en la aparición de la enfermedad.

 Acerca de ustekinumab

En la Unión Europea, ustekinumab está aprobado para el tratamiento de la psoriasis en placas de moderada a grave en adultos que no responden, tienen contraindicados o no toleran otros tratamientos sistémicos, incluyendo la ciclosporina, el metotrexato (MTX) o PUVA (psoraleno y ultravioleta A). También está indicado para el tratamiento de la psoriasis en placas de moderada a grave en pacientes adolescentes de 12 años de edad en adelante, que hayan presentado una respuesta inadecuada, o que son intolerantes a otras terapias sistémicas, o fototerapias. Además, ustekinumab está aprobado en monoterapia o en combinación con MTX para el tratamiento de la artritis psoriásica activa en pacientes adultos cuando la respuesta a tratamientos previos no biológicos con medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FARME) ha sido inadecuada. Asimismo, ustekinumab también está aprobado para el tratamiento de la enfermedad de Crohn activa, de moderada a grave, en pacientes adultos que hayan tenido una respuesta inadecuada, presenten pérdida de respuesta o sean intolerantes al tratamiento convencional o a antagonistas de TNFalfa o presenten contraindicaciones médicas a esos tratamientos.

Janssen Pharmaceutical Companies of Johnson & Johnson tiene los derechos exclusivos a nivel mundial de comercialización de ustekinumab, fármaco que está aprobado actualmente para el tratamiento la psoriasis en placas moderada a grave en 89 países, para el tratamiento de la psoriasis pediátrica en 44 países, para el tratamiento de la artritis psoriásica en 83 países y para el tratamiento de la enfermedad de Crohn en 70 países. 

Stelara (ustekinumab) es una marca comercial registrada de Johnson & Johnson.

Fuente: Berbés

 

Enlaces de Interés
Laboratorios:
 
Principios activos:
Ustekinumab
 
Indicaciones:
Artritis psoriásica
Medicamentos:
STELARA 130 mg Concent. para sol. para perfus.
STELARA 45 mg Sol. iny.
STELARA 45 mg Sol. iny. en jeringa prec
STELARA 90 mg Sol. iny. en jeringa prec

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