La elección de los juguetes para nuestros hijos es una cuestión, a veces, complicada de resolver. Ponerle el check a todo lo que quieren nuestros hijos puede provocar el sentimiento contradictorio y podemos estar trasladándoles un mensaje erróneo sobre el sentido propio de estas fiestas. Así, los expertos aconsejan alejarse en la medida de lo posible de lo material y animar a nuestros hijos a que los mejores regalos son aquellos que les llevan a vivir experiencias con familiares y amigos.

Aunque lo tecnológico sigue siendo una de las primeras opciones a la hora de regalar, los expertos aconsejan que se tengan en cuenta los juguetes que fomenten la relación de los niños con los demás y con el entorno. Paloma Carrasco, psicóloga del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón, apunta en este sentido que podemos animar a los niños a que pidan cosas relacionadas con la actividad física y el deporte, juegos interactivos que les propongan nuevos retos de aprendizaje o entradas y tickets para espectáculos que les gusten o para parques de atracciones. De lo que se trata es de evitar que el niño se aísle y tenga una visión egoísta de los regalos, fomentando el juego en equipo y ayudando a que comprenda que lo más importante es compartir esas experiencias.

Ahora que todo es inmediatez, la experta subraya la importancia de que el niño aprenda a trabajar el aplazamiento del regalo, buscando una mayor satisfacción y reduciendo la saturación que haga que pierda el interés rápidamente. “Los mejores regalos son aquellos relacionados con experiencias divertidas que se conviertan en recuerdos familiares para toda la vida”, concreta Paloma Carrasco, quien añade que demasiados juguetes pueden convertir a los niños en caprichosos y que desarrollen actitudes comparativas.

Asimismo, los expertos también señalan que además de atender a la tipología del regalo, tenemos que tener muy presentes las recomendaciones de edad de los juguetes entre los más pequeños, sobre todo por el valor psicopedagógico y la mejoría en su capacidad cognitiva que esto puede suponer. Concretamente, en la etapa de 0-3 años, los juegos y los juguetes son fundamentales para la dinámica de aprendizaje temprano y para el desarrollo de la personalidad y la maduración del niño. Hay que tener en cuenta que a estas edades es especialmente positivo que se potencie el desarrollo manipulativo, el movimiento y la coordinación óculo-manual, favoreciendo sus habilidades de construcción, su capacidad de atención y la interacción causa-efecto.

Como última recomendación, Paloma Carrasco recomienda conseguir, al menos, aquel regalo que les hace especialmente ilusión a nuestros hijos, sin tener que cumplir con toda la lista de deseos. “Si el niño se frustra al ver que no le han llegado todos los regalos que había pedido, es una ocasión preciosa para educar en valores, para hablarle de los demás, para enfocarle en lo que sí le han traído y despertar más interés y agradecimiento por lo que tienen”, concluye.

Fuente: Grupo Hospitalario Quirónsalud