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La farmacología clínica, soporte fundamental para ofrecer a los pacientes la terapia más segura

VADEMECUM - 16/09/2022  ASOCIACIONES PROFESIONALES

El 50% de los daños evitables en la atención sanitaria son daños causados por la medicación. En este contexto, el papel de los farmacólogos clínicos resulta fundamental en los servicios de farmacovigilancia y de seguridad del paciente, cuya colaboración es necesaria para identificar y evitar los daños causados por errores de medicación.

Este sábado, 17 de septiembre, se celebra el Día Mundial de la Seguridad del Paciente, bajo el lema “Medicación sin daño”. La celebración anual de este día, promovido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), tiene como finalidad contribuir a la sensibilización frente a la necesidad de promover acciones para fomentar la seguridad en la atención sanitaria de la población, prioridad a la hora de buscar ofrecer una atención de calidad.

Entre los muchos temas que abarca una atención sanitaria segura, este año la campaña se centra en la medicación como causa de problemas para la salud de las personas. Todos, en algún momento de la vida, necesitaremos de los medicamentos para tratar o prevenir dolencias o enfermedades. Sin embargo, los medicamentos pueden llegar a causar daños graves si se almacenan, prescriben, dispensan o administran indebidamente, o si se controlan de forma insuficiente: entre las situaciones de alto riesgo, la OMS destaca la transición entre servicios de atención, la automedicación y la polimedicación, o la existencia de medicamentos que se comercializan con un nombre parecido, lo que puede inducir a error. Además, la OMS también pone el foco en la actual pandemia de Covid-19, y en cómo ésta ha agravado el riesgo de errores de medicación y los daños asociados, de ahí el lema de este año.

“Se calcula que el 50% de los daños evitables en la atención sanitaria son daños causados por la medicación”, explica la Dra. Glòria Cereza, especialista en farmacología clínica del Centro de Farmacovigilancia de Cataluña. En este contexto, “La farmacología clínica, como especialidad médica centrada en el diseño y la evaluación de los estudios que investigan los efectos del uso de los medicamentos en terapéutica, con unos sólidos conocimientos metodológicos, constituye un soporte fundamental no solo en la investigación segura de los medicamentos, sino también en la toma de decisiones clínicas orientadas a ofrecer la terapia más adecuada y segura para los pacientes. Los farmacólogos clínicos desarrollamos labores de información y formación sobre medicamentos que promueven su uso razonado, eficiente y seguro, lo cual tiene indiscutibles implicaciones en la seguridad del paciente, evitando prácticas inseguras con su uso. También es relevante nuestro papel en comisiones farmacoterapéuticas y nuestra participación en el desarrollo de políticas de medicamentos en las instituciones sanitarias”, añade.

Los servicios de farmacovigilancia, claves para la seguridad del paciente

La farmacovigilancia es fundamental para promover un uso seguro de los medicamentos y minimizar el impacto de los problemas relacionados con los mismos en la salud de la población. Integrada en el sistema de salud, forma parte del proceso que vela por la seguridad del paciente.

Centra su actividad en identificar, evaluar y prevenir los riesgos, las reacciones adversas de los medicamentos, que se definen como cualquier efecto nocivo a un medicamento. “Incluye, por tanto -aunque va mucho más allá-, los daños derivados de los errores de medicación, que son los que tratan de identificar y de evitar los sistemas de seguridad del paciente. Cuando los errores de medicación conllevan un daño para el paciente, se consideran sospechas de reacciones adversas y deben ser notificados a los sistemas de farmacovigilancia”, señala la Dra. Cereza.

Según la doctora, “es esencial una visión global de la seguridad con el uso de los medicamentos, para lo que se debe aumentar la concienciación de que la elevada carga de daños relacionados con la medicación requiere del trabajo conjunto y colaborativo de los profesionales implicados en ambos sistemas”. E insiste en que, si bien ya existe esta colaboración, “hay todavía que mejorar la formación y las herramientas, para garantizar que los errores con daño sean notificados como sospechas de reacciones adversas, tal como establece la legislación vigente en farmacovigilancia”. Para ello, es necesario “implementar en el futuro mejoras en los sistemas informáticos de notificación de incidentes con la medicación, que permitan un intercambio ágil de información entre ambos sistemas”.

Por su parte, la Dra. Noelia Vega, médico especialista en Farmacología Clínica del Servicio de Farmacología Clínica del HUMV, destaca el papel del farmacólogo clínico dentro del sistema de farmacovigilancia. “La implicación del médico especialista en farmacología clínica es fundamental, en primer lugar, por la propia esencia de nuestra especialidad, que conlleva evaluar en la optimización e individualización de los tratamientos médicos el beneficio-riesgo para el paciente. De hecho, la evaluación de efectos adversos y farmacovigilancia están recogidas por la Comisión Nacional de la especialidad entre los objetivos formativos específicos dentro del programa de la especialidad de farmacología clínica, y en el itinerario formativo de los residentes se contempla una rotación con este fin”, comenta la doctora.

También insiste en la importancia de la colaboración internacional: a nivel europeo la información del Sistema Español de Farmacovigilancia de medicamentos de uso humano (que integra los 17 centros autonómicos) se centraliza, junto a la del resto de países europeos, en el Pharmacovigilance Risk Assessment Committee, mientras que a nivel mundial el organismo competente es el Centro de Farmacovigilancia de la OMS, con una base de datos global llamada VigiBase1. “La integración de todos los centros de farmacovigilancia es lo que hace que el sistema sea más eficaz. Hay que tener en cuenta que hay fármacos con efectos adversos muy raros, cuya frecuencia es menor a un caso/10000 pacientes tratados, por lo que para poder detectarlos se precisa tener acceso a los datos de un número muy elevado de pacientes”, explica la Dra. Vega.

Por último, la farmacóloga del HUMV destaca la relevancia de actividades como el Día Mundial de la Seguridad del Paciente, y otras similares, enfocadas a fomentar y concienciar sobre el uso seguro de los medicamentos. “Todos tenemos un papel en la farmacovigilancia, y esto también incluye a los ciudadanos, quienes son los que experimentan en primera línea los acontecimientos adversos. Es importante su concienciación y su participación. Si sospechan que un medicamento les está causando efectos adversos, sobre todo si éstos no se encuentran descritos en el prospecto, o asocian estos efectos al uso de un nuevo medicamentos, además de comunicárselo a su médico, pueden rellenar el formulario electrónico de notificación de sospechas de reacciones adversas a medicamentos que encontrarán en la dirección web www.notificaram.es, que será redirigido a su Centro Autonómico de Farmacovigilancia”, concluye la doctora.

Referencias:

1.- Página web VigiBase, WHO Programme for International Drug Monitoring: https://who-umc.org/vigibase/

Fuente: Berbés Asociados

 

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Entidades:
Sociedad Española de Farmacología Clínica - SEFC
 
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