¿Funcionan realmente ciertos tratamientos que te seducen al instante por ser, según dicen, buenos para adelgazar en un corto período de tiempo, proporcionando un supuesto bienestar a los que sufren obesidad? Comúnmente conocidas como dietas milagro, son aquellas que se caracterizan “por prometer una pérdida de peso u otros beneficios para la salud sin el respaldo de evidencias científicas”, tal y como indica el nutricionista del Hospital Vithas Valencia Consuelo, Arturo Aleis, quien destaca que “suelen ser dietas elevadamente restrictivas o inusuales que pueden poner en peligro la salud de la persona que las sigue por diferentes motivos”.

En primer lugar, porque generan “hábitos inadecuados alimentarios”. Como advierte el especialista Aleis, promueven conductas inadecuadas y extremas “que nada tienen que ver con una educación nutricional adecuada que se lleva a cabo durante un proceso de pérdida de peso correcto, sin que promuevan un aumento del riesgo de padecer trastornos de la conducta alimentaria”.

Tras llevar a cabo una dieta restrictiva, afirma el nutricionista de Vithas Valencia Consuelo, “se llevan a cabo una serie de mecanismos neuroendocrinos que conllevan una pérdida de masa muscular y un aumento de la masa grasa”. El peso perdido en un espacio corto de tiempo, manifiesta Aleis, “es contraproducente para la salud y se recupera con facilidad”; algo que se conoce como “efecto rebote”.

Otro punto negativo es que las dietas milagro pueden establecer déficits de nutrientes que son de elevada importancia para el organismo. “Pueden dar lugar a que se establezcan trastornos metabólicos, alteraciones dermatológicas y cardiovasculares, entre otras”, aclara el experto.

La aparición de insomnio, ansiedad o cansancio intenso son otras de las consecuencias debido a la falta de energía proveniente de la dieta restrictiva.

“Las dietas milagro pueden ser de diferentes tipos, siendo las más habituales las altamente hipocalóricas, las excluyentes, en las que se elimina el consumo de un determinado nutriente o grupo de alimentos y las disociativas, las cuales se basan en que, con una combinación de alimentos, éstos pierden densidad energética”, explica Arturo Aleis. Pero todas tienen en común que pueden causar “perjuicios en la salud de aquellas personas que la siguen y de que tienen nulo respaldo científico”.

Dieta equilibrada y ejercicio físico

Por eso, “para llevar a cabo una reducción de peso, es aconsejable ponerse en manos de un profesional de la nutrición como la figura del dietista-nutricionista o un médico endocrino” para llevar una dieta adecuada y equilibrada “y, preferiblemente, acompañarla de la práctica del ejercicio físico", recomienda el nutricionista.

De hecho, según resalta Aleis, 3 de cada 4 personas que acuden a su consulta “ha recurrido alguna vez en su vida a una dieta milagro”. Por este motivo, el nutricionista del Hospital Vithas Valencia Consuelo insiste en que la dieta “debe estar pautada por un profesional de la nutrición para evitar situaciones extremas que pueden afectar a la salud física, fisiológica y psicológica del paciente”.

Fuente: Vithas