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Garantizar la continuidad asistencial y fortalecer la coordinación sociosanitaria, desafíos prioritarios en la atención al paciente crónico en tiempos de COVID

VADEMECUM - 29/10/2020  CONGRESOS / FORMACIÓN

Los representantes de la Plataforma Cronicidad: Horizonte 2025 reivindican un mayor protagonismo de los pacientes y los profesionales sanitarios en la toma de decisiones, para no quedarse al margen de las políticas sanitarias, en una mesa redonda celebrada en el marco del 42º Congreso de SEMERGEN

Garantizar la continuidad asistencial, reorganizar el sistema sanitario y los recursos hacia un modelo centrado en el paciente y fortalecer la coordinación sociosanitaria son algunos de los desafíos que plantea el abordaje de las enfermedades crónicas en el nuevo escenario generado por la actual pandemia. Así se ha puesto de manifiesto en la mesa Cronicidad: Horizonte 2025, la atención al paciente crónico en el contexto COVID-19, celebrada en el marco del 42º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), en la que se ha destacado también la necesidad de conceder “protagonismo a los pacientes crónicos y a los profesionales en la toma de decisiones”.

Moderada por el Dr. Julio Zarco Rodríguez, presidente de la Fundación Humans y expresidente de SEMERGEN, la sesión patrocinada por Boehringer Ingelheim España ha contado con la participación del Dr. Rafael Micó Pérez, médico de Familia e integrante de los grupos de trabajo de Cronicidad y Dependencia de SEMERGEN; el periodista Antonio Manfredi, miembro de Acción Psoriasis y representante del Foro Español de Pacientes (FEP), y Luz Campello, del Consejo General del Trabajo Social.

Todos los ponentes, representantes de la Plataforma Cronicidad: Horizonte 2025 (CH2025), que agrupa a las principales organizaciones colegiales, sociedades científicas, asociaciones de pacientes y compañías asociadas involucradas en la atención al paciente crónico en España, han coincidido en que la atención a las enfermedades crónicas se ha visto deteriorada como consecuencia de la pandemia de COVID-19. Por ello, han insistido en la importancia de reorganizar el actual sistema de salud para que el paciente se sienta verdaderamente “el centro” de la asistencia, teniendo en cuenta que actualmente las políticas sanitarias “tienden a dejarle a un lado”.

Así lo ha manifestado Antonio Manfredi, quien ha advertido que la COVID-19 “ha llegado para quedarse”, lo que exigirá adaptar el modelo sanitario para que dé respuesta a las necesidades de todos los pacientes, especialmente los crónicos. “No es verdad que estemos siendo tratados por igual; con suerte te dan una cita telefónica y poco más, y hay personas con enfermedades crónicas que están dejando de ir al médico porque se sienten inseguros. Con ello se ha perdido la relación con el médico en Atención Primaria”, ha indicado el representante del FEP, que ha sido tajante al asegurar que “un paciente crónico abandonado es un paciente caro a medio y largo plazo”.

En referencia al cambio que la pandemia ha provocado en la relación entre paciente y profesional, el doctor Rafael Micó ha defendido la necesidad de recuperarla para poder asumir uno de los retos prioritarios en el abordaje de la cronicidad, la continuidad asistencial. “Lo más importante es tener un médico de cabecera como referente, si se pierde el seguimiento al paciente, se pierde el sentido básico de la Atención Primaria”. En su opinión, esta continuidad asistencial debe ir acompañada de innovación y de un mayor protagonismo del paciente y de la familia, sin olvidar la comunicación, la transparencia y la coordinación sociosanitaria, “que ha fallado estrepitosamente en este país”.

Según este médico de familia, vicepresidente primero de SEMERGEN, para poder abordar la cronicidad con garantías, las decisiones deben ser “más técnicas y menos políticas”, de modo que hay que “subir el nivel de tecnificación y reducir la dispersión política actual”, concediendo “mayor protagonismo a los enfermos y a los profesionales, porque la cronicidad se gestiona donde vive el paciente, y con la COVID se ha visto cómo se ha deshumanizado la atención”.

Desde el punto de vista del Trabajo Social, Luz Campello ha afirmado que, en un escenario como el actual, marcado por la epidemia, se ha agravado una realidad que ya existía. “El problema de la cronicidad no se ha tomado en serio aún; se ha delegado mucho en lo privado, en las familias y en los débiles servicios sociales para posponer un cambio real a nivel organizativo, con lo cual el paciente crónico se siente con miedo, con menor atención, más aislado, con menos apoyos y con una situación de salud que va empeorando, lo que va a revertir en una atención mucho más cara”.

Para Campello, otro de los desafíos pendientes en el sistema sanitario es la evaluación social del paciente con una enfermedad crónica, “puesto que hoy es impensable atender la cronicidad pensando solamente en la figura del médico”. También ha defendido un cambio en el modelo relacional médico-paciente “que recupere la figura del profesional como alto valor, en detrimento de la tecnología punta –que es por lo que se apostó en el modelo de agudos–, y en el que se considere al paciente y a la familia como un recurso”.

En este contexto, Luz Campello ha reivindicado que se reconozca el Trabajo Social como profesión sanitaria y ha lamentado que la coordinación sociosanitaria siga siendo una asignatura pendiente. “Se ha mirado hacia otro lado y no se ha invertido lo suficiente para que el sistema asuma como propia esta coordinación sociosanitaria”, ha indicado, antes de añadir que los trabajadores sociales “estamos preparados para ocupar un espacio necesario en el sistema de salud con el fin de mejorar la calidad de vida de los pacientes crónicos”.

La cronicidad en España

Las enfermedades crónicas son patologías de larga duración y, generalmente, de progresión lenta que conllevan una limitación de la calidad de vida de las personas afectadas y su entorno. Pueden llegar a ser causa de mortalidad prematura, y tienen un impacto económico importante, tanto a nivel familiar como asistencial.

Estas enfermedades afectan a más de 19 millones de personas en España, de las cuales casi 11 millones son mujeres, según datos del Informe Cronos, elaborado por la Asociación Española de Enfermería Comunitaria. Su prevalencia se concentra especialmente en los mayores de 55 años y aumenta con la edad. Son responsables de más de 300.000 muertes al año (74,45% del total) y las que mayor impacto tienen sobre la esperanza y la calidad de vida de los ciudadanos.

Además, estas patologías se encuentran muy ligadas al envejecimiento, ya que los mayores de 65 años conviven con una media de dos o más enfermedades crónicas. Las previsiones demográficas indican que, en tres décadas, el 30% de la población española será mayor de 65 años, lo que implicará un importante aumento del número de enfermos crónicos en el Sistema Nacional de Salud.

Fuente: Hill+Knowlton Strategies

 

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Entidades:
Acción Psoriasis
FEP - Foro Español de Pacientes
SEMERGEN - Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria
 
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