Llega el frío y la lluvia, bajan las temperaturas, los días se hacen más cortos y las noches más largas. El otoño es época de cambios, también para nuestra salud. Desempolvamos abrigos y bufandas, volvemos a la rutina del trabajo y nuestro tiempo de ocio se acorta.

Todos estos cambios también pasan factura sobre nuestro bienestar físico y emocional. Estas son algunas de las patologías más frecuentes del otoño [1]

Infecciones de las vías respiratorias

De todas las patologías que podemos padecer en otoño, las infecciones de las vías respiratorias son las más frecuentes¹. El descenso de las temperaturas, la humedad producida por las lluvias y el viento aumentan las posibilidades de transmisión de estas afecciones [2]. Resfriado, tos, gripe, sinusitis…, todas ellas tienen el mismo denominador común.

¿Tu nariz moquea, se tapona, te duele la garganta y la cabeza y estornudas con frecuencia? Estás ante los síntomas típicos del inicio de un resfriado. [3]Esta patología suele ir acompañada de fiebre no muy alta, dolor de cabeza y disminución de apetito. A veces, junto al resfriado aparece la tos, que puede ser seca o con mucosidad. Beber agua en abundancia ayuda a diluir estas secreciones. Pese a que la mayoría de los resfriados no revisten importancia, es importante tratarlos a tiempo porque, en algunos casos, pueden derivar en complicaciones como otitis o sinusitis [4]

La gripe [5] se diferencia del resfriado porque sus síntomas son mucho más extremos. Fiebre alta, escalofríos, dolor muscular, cansancio repentino. Su duración aproximada no baja de una semana. Es una enfermedad especialmente grave [6] en personas de edad avanzada o con patologías crónicas. En esos casos, está recomendada la vacunación.

Dermatitis

El otoño es un buen aliado de los ácaros del polvo. Estos parásitos proliferan en espacios húmedos y calientes poco ventilados y suelen aparecer cuando empezamos a encender las calefacciones. Campan a sus anchas por alfombras y moquetas y pueden generar enfermedades de la piel como la dermatitis [7] .

Problemas gastrointestinales y úlcera péptica

El responsable de la mayor parte de las úlceras pépticas o de estómago es una bacteria denominada Helicobacter Pyroli [8]. Aunque no se sabe muy bien por qué el otoño es una época propicia para la proliferación de esta bacteria [9]. Un simple test puede detectarla y un tratamiento antibiótico erradicarla.

Astenia otoñal

El fin del verano, el regreso a la rutina y el trabajo, la falta de luz, el frío… se relacionan con la llamada astenia otoñal [10], un proceso en el que se mezcla fatiga y melancolía y que guarda relación con la melatonina. Esta hormona, que regula por ejemplo el ciclo sueño-vigilia, se produce en más cantidad en las horas de oscuridad como durante el otoño. Su efecto sobre las personas no está del todo claro. En algunos casos, puede producir una reacción sedante, de bienestar, y en otros aumentar un cuadro depresivo preexistente.    

Para estas patologías relacionadas con el otoño, la homeopatía puede ayudar a aliviar los síntomas. Los medicamentos homeopáticos se caracterizan porque no se han descrito, hasta la fecha, efectos adversos relevantes asociados a su toma y porque pueden ser utilizados solos o en combinación con otros tratamientos, según el criterio del profesional sanitario. En cualquier caso, como siempre, te recomendamos que pidas consejo a tu médico o farmacéutico.

Fuente: Atrevia