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Aumenta la hospitalización por gota debido a la falta de prescripción de un tratamiento recomendado para bajar el urato

VADEMECUM - 16/06/2017  PUBLICACIONES

El personal de enfermería respalda un manejo dirigido de la gota que mejora considerablemente los resultados de los pacientes

Los resultados de un estudio sueco presentado hoy en el Congreso Europeo Anual de Reumatología (EULAR) 2017 revelan un aumento en la frecuencia de hospitalización por gota durante la última década, con el consiguiente aumento en los costos de atención sanitaria. Además, resulta preocupante saber que muchos de los pacientes ingresados en el hospital no habían estado recibiendo el tratamiento recomendado para bajar el urato (ULT, por sus siglas en inglés).[1]

 

Un segundo estudio realizado en el Reino Unido mostró que la formación ofrecida por el personal de enfermería y el apoyo a un manejo dirigido de la gota, dieron como resultado una alta aceptación y un excelente cumplimiento del ULT durante un período de 2 años, llegando al objetivo de ácido úrico sérico (AUS) en más del 90% de los casos, y a consecuentes mejoras en los resultados centrados en el paciente y en la calidad de vida[2].

 

La hospitalización por gota aumenta debido a una falta generalizada de tratamiento

De 2000 a 2012, la tasa anual de hospitalización por gota en Suecia occidental aumentó de 12,2 a 16,7 por cada 100.000 adultos (p = 0,0038). Este incremento fue más pronunciado en los hombres de 65 años en adelante, y en los últimos tres años del estudio. Además, la duración de la hospitalización se elevó de una media de 3 a 5 días en 2000 y 2012 respectivamente (p = 0,021). 1

 

Estos hallazgos contrastan claramente con la tendencia general de la hospitalización en toda la Región de Servicios de Salud de Suecia Occidental (WSHCR, por sus siglas en sueco). A lo largo de la misma década, el número total de días de atención hospitalaria a causa de condiciones físicas en el WSHCR disminuyó un 9% de 2002 a 2012 (1.267.900 días, duración media de 5,7 días vs. 1.151.630 días, con una duración media de 4,9 días, respectivamente). 1

De 2009 a 2012, los costes sanitarios ajustados a la inflación para las hospitalizaciones por gota se incrementaron de 521.000 a 815.000 dólares. Sólo una minoría de pacientes, del 19 al 27%, recibió el ULT en los 6 meses anteriores a su hospitalización, sin ninguna tendencia cíclica o estacional evidente.1

 

"La incidencia de hospitalización por gota primaria ha aumentado considerablemente en Suecia durante la última década, y esto queda reflejado en los costes asociados de atención sanitaria", ha comentado el Dr. Mats Dehlin de la Academia Sahlgrenska de la Universidad de Gotemburgo, Suecia. "A pesar de que podríamos esperar más hospitalizaciones debido a la creciente incidencia de gota en una población envejecida, el problema está empeorando debido a que sólo una cuarta parte de los pacientes hospitalizados estaban bajo el ULT recomendado antes de su ingreso", ha añadido.

 

La gota es la enfermedad artrítica más común del mundo, con una incidencia y frecuencia cada vez mayor. Se ha mostrado un aumento en la hospitalización por gota en las últimas dos décadas en América del Norte.[3] "Es importante recoger estos datos de diferentes partes del mundo, ya que habrá variaciones en la prevalencia de la gota y el curso de la enfermedad, debido a factores culturales, étnicos y genéticos", ha concluido Dehlin.

 

Las tendencias en la hospitalización por gota se estudiaron usando datos del registro de consumo de atención sanitaria desde el 1 de enero de 2001 hasta el 31 de diciembre de 2012 en el WSHCR, una zona del país que se considera representativa de toda Suecia. Se incluyeron pacientes de 18 años en adelante que fueron hospitalizados durante el período de estudio con un diagnóstico principal de gota CIE-10 en el momento del alta.

 

Asimismo, se calcularon las tasas anuales de población por hospitalización por gota. Los costes sanitarios se estimaron ajustados a la inflación para las hospitalizaciones por gota utilizando el registro de Coste Por Paciente. Se identificó la administración del ULT, incluyendo alopurinol y probenecid, en los 6 meses previos a la hospitalización, utilizando el Registro Sueco de Medicamentos Recetados.

 

En total, se produjeron 1.873 hospitalizaciones por gota (edad media 75,0-77,6 años, 61-74% hombres) entre 2000 y 2012. Las características demográficas fueron similares durante el período de estudio.


 

El manejo de la gota dirigido por el personal de enfermería tras el tratamiento dirigido mejora considerablemente los resultados de los pacientes en comparación con el tratamiento de referencia de los médicos generales.

 

Para comparar directamente el tratamiento dirigido por el personal de enfermería con el tratamiento de referencia de los médicos generales respecto a la gota, se designó aleatoriamente a 517 participantes con gota aguda en el año anterior e identificados de 56 consultas de médicos generales locales, para que recibieran un tipo u otro de atención en un ensayo controlado de 2 años.

 

Después de recibir información completa sobre la gota, casi todos los participantes en el grupo dirigido por el personal de enfermería querían el ULT. Comparando los grupos de enfermeras y médicos generales a los 2 años: el 95% vs. el 29% consiguió su objetivo de ácido úrico sérico (AUS) <360 μmol /L (resultado principal); el 88% frente al 16% un AUS <300 μmol /; y la media (± SD) de AUS fue de 252 ± 73 μmol / L frente a 418 ± 106 μmol / L respectivamente (las tres medidas p <0,001).

 

En cuanto a los pacientes de los grupos del personal de enfermería y de médicos que recibieron tratamiento a los 2 años, el 97% vs. el 54% estaban bajo el ULT; con la dosis media (± DP) de alopurinol 470 (± 140) frente a 240 (± 107) mg / día respectivamente (ambas medidas p <0,001).

 

La frecuencia media (±SD) de ataque de gota durante el segundo año fue 0,33 (± 0,93) en el grupo del personal de enfermería, frente a 0,94 (± 2,03) en el grupo de los médicos generales (p <0,001) y, a los 2 años, el 2,6% presentaron tofos[*] (reducido del 13,7%) frente al 9,6% (aumentado del 8,8%) respectivamente (p <002).

 

A pesar de ser equivalentes en la valoración inicial, hubo una puntuación bastante mejor en el cuestionario de encuesta de salud SF-36 en el grupo del personal de enfermería a los 2 años: media (±SD) de 41,31 (± 16,76) frente a 37,87 (± 14,31); p<0.05.   

"Los pacientes en el grupo dirigido por el personal de enfermería consiguieron mejores resultados en su objetivo de nivel de ácido úrico y un excelente cumplimiento del ULT", ha explicado el autor principal, el profesor Michael Doherty de la Universidad de Nottingham, Reino Unido. "Nuestros hallazgos confirman la importancia de la educación del paciente en un manejo eficaz de la gota y refuerzan los beneficios de una estrategia de tratamiento dirigido para conseguir mejoras significativas en los resultados centrados en el paciente, como la frecuencia del ataque de gota, la reducción de los tofos y la calidad de vida. Comparado con el tratamiento de referencia del médico general, incorporar el apoyo adicional del personal de enfermería parece ser rentable a largo plazo y desde luego merece más atención", ha concluido el profesor Doherty.

 

A pesar de la creciente frecuencia de la gota en el Reino Unido, hay una serie de barreras que dan como resultado una atención insuficiente, con sólo un 40% de los pacientes de gota que reciben el ULT, normalmente con dosis fija, sin valorar el objetivo de AUS.[4],[5]  Las enfermeras manejan con éxito muchas patologías crónicas en la comunidad y un estudio previo preliminar de "prueba de concepto" en Nottingham, Reino Unido, ha mostrado que cuando las personas con gota están plenamente informadas y se implican en las decisiones de manejo, hay una alta aceptación del ULT y el cumplimiento posterior un año tras la atención dirigida por el personal de enfermería es excelente.[6] El ensayo controlado aleatorio actual, más amplio, confirmó estos resultados durante un período de dos años.

 

Se formó al personal de enfermería del presente estudio sobre la gota y su manejo de acuerdo con las mejores prácticas recomendadas (siguiendo las directrices de EULAR y BSR), incluyendo una información completa, cómo abordar las impresiones sobre de la enfermedad y la implicación de los pacientes en las decisiones de manejo. El grupo de seguimiento de los médicos generales se basó en el tratamiento de referencia. Las evaluaciones se realizaron al año y a los 2 años. El análisis tenía la intención de tratar (con la última observación desarrollada).

 

Los grupos de pacientes del personal de enfermería (n = 255) y médicos generales (n = 262) eran similares al inicio del estudio respecto a la edad media (62 vs. 64 años), sexo (90% vs. 89% hombres), duración media de la enfermedad (11,6 vs. 12,7 años), frecuencia media de ataque de gota en el año anterior (4,2 frente a 3,8), presencia de tofos (13,7% frente a 8,8%), ácido úrico sérico medio (443 frente a 439 μmol / L), RFGE[†] medio (71,5 v. 70,2) y uso del ULT (40% frente a 39%) (todos p> 0,05).

 

Después de 2 años, 22 participantes (8,6%) frente a 54 (20,6%) habían dejado de visitar al personal de enfermería y a los médicos generales respectivamente (p <0,001), incluyendo 2 muertes vs. 8.

 

¿Qué es la gota?

La gota es la consecuencia del depósito de cristal de urato en y alrededor de las articulaciones debido a la elevación constante de los niveles de ácido úrico por encima de un nivel crítico (el "punto de saturación"). Se caracteriza clínicamente por ataques recurrentes de artritis inflamatoria aguda, daño irreversible de las articulaciones, un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, enfermedad renal crónica y disminución en la esperanza de vida. Es la enfermedad inflamatoria articular más común del mundo, con una frecuencia normalizada de población de alrededor del 1 al 4% de la población occidental[7]. Es la única artritis crónica "curable", en la que los agentes patógenos (cristales de urato) pueden eliminarse de manera eficaz mediante el uso de ULT, apoyado por cambios en el estilo de vida para reducir los factores de riesgo que se pueden modificar (por ejemplo, pérdida de peso si hay sobrepeso u obesidad, reducción en el exceso de purinas/fructosa/alcohol, y cambio en los tratamientos antihipertensivos y otros fármacos que elevan los niveles de ácido úrico, etc.).

 

Número de abstract: OP0262 y OP026

 

Acerca de las enfermedades reumáticas y musculoesqueléticas

Las enfermedades reumáticas y musculoesqueléticas (ERM) son un grupo diverso de enfermedades que suelen afectar a las articulaciones, pero también a los músculos, a otros tejidos y a los órganos internos. Existen más de 200 ERM distintas que afectan tanto a niños como a adultos. Suelen estar causadas por problemas del sistema inmunológico, inflamación, infecciones o deterioro gradual de las articulaciones, músculos y huesos. Muchas de las enfermedades son crónicas y se agravan con el paso del tiempo. Suelen provocar dolor y limitan la función física y psicológica. En los casos graves, las ERM pueden ocasionar una discapacidad severa, lo cual tiene una repercusión importante en la calidad y la esperanza de vida.

 

Acerca de la campaña "Don't Delay, Connect Today!"

"Don’t Delay, Connect Today!" es una iniciativa de EULAR que suma las voces de sus tres pilares: organizaciones de pacientes (PARE), sociedades científicas y asociaciones de profesionales sanitarios —además de su red internacional— con el objetivo de poner de relevancia el diagnóstico precoz y el acceso al tratamiento. Solo en Europa, más de 120 millones de personas viven con algún tipo de enfermedad reumática (ERM), en muchos casos no diagnosticada. La campaña "Don’t Delay, Connect Today" pretende incidir en que el diagnóstico precoz de las ERM y el acceso al tratamiento pueden impedir mayores daños y también reducir la carga en la vida del paciente y en la sociedad en su conjunto.

 

Referencias

[*] depósitos de ácido úrico cristalino y otras sustancias en la superficie de las articulaciones, en la piel o cartílago, un rasgo característico de la gota

[†] RFGE – medida de la función renal

[1] Dehlin MI, Sigurdardottir V, Drivelegka P, et al. Trends and costs for gout hospitalization in Sweden. EULAR 2017; Madrid: Abstract OP0262

[2] Doherty M, Jenkins W, Richardson H, et al. Nurse-led care versus General Practitioner care of people with gout: a UK community-based randomised controlled trial. EULAR 2017; Madrid: Abstract OP0268

[3] Lim SY, Lu N, Fisher M, et al. Hospitalization Trends of Rheumatoid Arthritis and Gout in the United States: A Crossroad [abstract]. Arthritis Rheumatol. 2015; 67 (suppl 10)

[4] Doherty MJansen TLNuki Get al. Gout: why is this curable disease so seldom cured? Ann Rheum Dis. 2012; 71 (11): 1765-70

[5] Kuo CF, Grainge MJ, Mallen C, et al. Rising burden of gout in the UK but continuing suboptimal management: a nationwide population study. Ann Rheum Dis 2015;74 (4): 661-7

[6] Rees F, Jenkins W, Doherty M. Patients with gout adhere to curative treatment if informed appropriately: proof-of-concept observational study. Ann Rheum Dis 2013: 72 (6): 826-30

[7] Kuo CF, Grainge MJ, Zhang W, Doherty M. Global epidemiology of gout: prevalence, incidence and risk factors. Nat Rev Rheumatol. 2015; 11 (11): 649-62

 

 

Fuente: Cohn & Wolfe

Enlaces de Interés
Entidades:
EULAR - Liga Europea contra el Reumatismo
 
Indicaciones:
Gota
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