Alprostadilo en crema, el tratamiento de uso tópico de primera línea de Casen Recordati para la disfunción eréctil (DE), ha protagonizado uno de los encuentros en el LXXXI Congreso Nacional de Urología, celebrado en Toledo durante estos últimos días. Así, tal y como indicaron el Dr. Javier Romero, Adjunto del Servicio de Urología del Hospital 12 de Octubre de Madrid y nuevo coordinador nacional de Andrología de la Asociación Española de Urología; y el Dr. Ignacio Moncada, jefe de Servicio de Urología del Hospital de La Zarzuela (Madrid) en la conferencia “Experiencia con alprostadilo tópico”, “un elevado número de pacientes diagnosticados con DE notaron una mejoría en sus erecciones gracias a alprostadilo en crema, dada su indicación tanto para pacientes con DE de reciente aparición y patología leve a moderada, así como tratamiento de primera línea para pacientes naïve”. De esta manera, tal y como manifestaron ambos expertos en el marco de este encuentro, “la experiencia observada hasta ahora con alprostadilo en crema refuerza su idoneidad como tratamiento para la disfunción eréctil, tanto por su facilidad de uso, al ser un tratamiento tópico, como también por su eficacia clínica y seguridad, que lo han posicionado como tratamiento de primera línea, alternativo a los tratamientos orales”. Alprostadilo en crema se dispensa bajo prescripción médica y se administra, en una pequeña cantidad, con un aplicador monodosis en el meato, actuando de forma directa sobre la erección. Consigue un efecto rápido desde los primeros minutos gracias a un potenciador de absorción (DDAIP), que facilita la rápida absorción a través de la piel, lo que le permite ser eficaz de manera local sin presentar interacciones con alimentos o bebidas alcohólicas. Tal y como recordaron los expertos, “es fundamental que los urólogos hablen detenidamente con el paciente sobre este tratamiento, e insistan acerca de la correcta aplicación y conservación del producto; desde que se recoge en la farmacia hasta el momento de utilizar, conservando la cadena de frio y respetando el correcto modo de aplicación”. Además, otra de las características de este medicamento es su rápido inicio de acción, logrando una rigidez entre los 5 y 30 minutos desde su aplicación que puede durar más de una hora. La disfunción eréctil en cifras Se denomina como disfunción eréctil a la incapacidad de conseguir o mantener una erección lo suficiente para permitir una relación sexual satisfactoria. Tal y como explicaron los doctores Moncada y Romero, “sufrir problemas de erección es algo muy común, que la gran mayoría de los hombres sufre en algún momento a lo largo de su vida, debido a ciertos medicamentos, estrés o situaciones puntuales”. En este sentido, ambos expertos indicaron que esta problemática pasa a considerarse como disfunción eréctil cuando estos episodios se vuelven recurrentes, “lo que es más común en aquellos pacientes que tienen diabetes, hipertensión, problemas neurológicos, cardiovasculares, prostáticos, o de colesterol, aunque también influyen el tabaco y el alcohol”, subrayan. Existen diversos tipos de disfunción eréctil: vascular -cuando hay problemas en el llenado y retención de sangre- ;neurológica - cuando existen problemas en la transmisión de los estímulos que el cerebro y la médula espinal envían al pene-; hormonal -por ejemplo, cuando el organismo produce menos hormona masculina de la que se necesita-; por medicamentos -el tratamiento de enfermedades como la hipertensión o la depresión afectan negativamente a la función eréctil-; o incluso psicológica - miedo a no conseguir una erección, problemas de pareja, depresión, estrés u otros problemas psicológicos pueden afectar al acto sexual-. La disfunción eréctil es una patología común cuya prevalencia se estima entre el 2 y el 10% en hombres de entre 40 y 50 años, entre el 30 y 40% de entre 60 y 70 y en más del 50% en mayores de 70. Tal y como apuntan diferentes estudios epidemiológicos, se trata de una patología infradiagnosticada y subtratada. De hecho, tan sólo el 20% de los que la sufren consultan su problema con el médico. Fuente: Hill+Knowlton Strategies |