Osteoartritis La osteoartritis (OA) afecta al funcionamiento de las articulaciones y se desarrolla cuando se producen cambios en el tejido del cartílago. Se caracteriza por la descomposición del cartílago y por una inflamación sinovial que da lugar a síntomas clínicos como inflamación articular, sinovitis y dolor inflamatorio.1 El cartílago se vuelve áspero, picado y quebradizo; además, se producen cambios en el hueso subyacente que pueden dar lugar a excrecencias óseas que modifiquen el aspecto de la articulación. La membrana sinovial se inflama y la cápsula articular aumenta de grosor y se estrecha el espacio de su interior, lo que causa rigidez y dolor en la articulación al moverla. Pueden manifestar signos típicos de inflamación como, por ejemplo, enrojecimiento, hinchazón, dolor o calor. • La osteoartritis de rodilla es una enfermedad crónica que causa dolor de moderado a grave. • En el estudio Global Burden of Disease (Carga mundial de morbilidad) de 2010 se estimó que la osteoartritis de rodilla afecta a 250 millones de personas en todo el mundo, lo que representa el 83 % de la carga total de incapacidad por osteoartritis2 • La osteoartritis de rodilla se sitúa constantemente entre las 20 principales causas de incapacidad2 • La prevalencia mundial se estima en un 4% (frente al 1% en el caso de la OA de cadera) y esta cifra sigue aumentando debido al envejecimiento de la población y a las comorbilidades asociadas como el sobrepeso y la obesidad3. • La incidencia aumenta con la edad y es mayor en mujeres que en hombres2. • El riesgo de desarrollar síntomas de OA de rodilla a lo largo de la vida es del 45% y esta cifra aumenta hasta el 57% en personas con antecedentes de lesión de rodilla y hasta el 61% en personas obesas4. Tratamientos • El tratamiento de la osteoartritis de rodilla consiste en aliviar los síntomas (principalmente con analgésicos y/o antinflamatorios), proporcionar estabilidad de la articulación y tratar de posponer la progresión de la enfermedad a OA en fase terminal5-7. • El tratamiento farmacológico recomendado comienza con analgésicos orales sencillos, no opioides, para el dolor de leve a moderado (en la mayoría de los casos se administra paracetamol con o sin agentes tópicos) para pasar gradualmente a antinflamatorios no esteroideos (AINE) orales o inhibidores de la ciclooxigenasa-2 (COX-2) con o sin inyecciones intraarticulares (IA) (corticosteroides, ácido hialurónico) y, en última instancia, analgésicos opioides orales7. • En la mayoría de los casos, los tratamientos inyectables son iniciados, prescritos y administrados por especialistas como cirujanos traumatólogos o especialistas en rehabilitación. Si bien puede obtenerse cierto alivio del dolor mediante inyecciones de corticosteroides o de ácido hialurónico, es posible que se produzcan efectos secundarios locales (p. ej., progresión de la enfermedad, destrucción de la articulación, desgarros tendinosos) y sistémicos (aumento de la concentración de cortisol o de azúcar en la sangre), especialmente en el caso de los corticosteroides8,9. • Las opciones de tratamiento están más limitadas en el caso de los pacientes que presentan comorbilidades asociadas u osteoartritis en lugares distintos a la rodilla6,7. Nuevo método de tratamiento para medicación (inyectable) intraarticular La administración concomitante de inyecciones intraarticulares (IA) de Traumeel® y Zeel® ofrece una nueva opción de terapia inyectable de primera elección para el tratamiento de la osteoartritis de rodilla entre moderada y grave (tras la administración de analgésicos orales) que ha demostrado: • una reducción clínicamente relevante del dolor de los pacientes • una mejora de la funcionalidad • ser seguro y bien tolerado10
Referencias bibliográficas 1 Sellam J, Berenbaum F, Nat. Rev. Rheumatol.6, 625-635 (2010), doi: 10.1038/nrrheum.2010.159. 2 Vos T et al. Years lived with disability (YLDs) for 1160 sequelae of 289 diseases and injuries 1990-2010: a systematic analysis for the Global Burden of Disease Study 2010. Lancet 2012;380(9859):2163–2196. 3 Cross M et al. The global burden of hip and knee osteoarthritis: estimates from the Global Burden of Disease 2010 study. Ann Rheum Dis 2014;73:1323–1330. 4 Murphy L et al. Lifetime risk of symptomatic knee osteoarthritis. Arthritis Rheum 2008;59:1207–1213. 5 Egloff C et al. Biomechanics and pathomechanisms of osteoarthritis. Swiss Med Wkly 2012;142:w13583. 6 McAlindon TE et al. OARSI guidelines for the non-surgical management of knee osteoarthritis. Osteoarthritis Cartilage 2014;22(3):363–388. 7 Bruyère O et al. An algorithm recommendation for the management of knee osteoarthritis in Europe and internationally: A report from a task force of the European Society for Clinical and Economic Aspects of Osteoporosis and Osteoarthritis (ESCEO) Semin Arthritis Rheum 2014;44(3):253–263. 8 Habib GS, Saliba W, Nashashibi M. Local effects of intra-articular corticosteroids. Clin. Rheumatol. 2010;29(4):347-356. doi:10.1007/s10067-009-1357-y. 9 Habib GS, Bashir M, Jabbour A. Increased blood glucose levels following intra-articular injection of methylprednisolone acetate in patients with controlled diabetes and symptomatic osteoarthritis of the knee. Ann. Rheum. Dis. 2008;67(12):1790-1791. doi:10.1136/ard.2008.089722. 10 Lozada C, del Rio E, Reitberg DP, Smith R, Moskowitz RW. Risk-benefit of co-administered Traumeel® (TR14) and Zeel® (ZE14) intra-articular (IA) injections in patients with moderate-to-severe pain associated with OA of the knee (OAK). EULAR15-4268. Fuente: Laboratorios Heel España, S.A.U.
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