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La cardiología española revoluciona de nuevo el tratamiento de la estenosis aórtica severa en pacientes octogenarios

VADEMECUM - 30/04/2015  PUBLICACIONES

Ahora, y por vez primera, los cardiólogos españoles que realizaron el estudio PEGASO han conseguido identificar qué pacientes deben recibir la técnica TAVI

La cardiología española vuelve a revolucionar el tratamiento de la estenosis aórtica severa en pacientes octogenarios con la publicación de un nuevo estudio en la prestigiosa revista International Journal of Cardiology. Este trabajo ha estado liderado por la Sección de Cardiología Geriátrica de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), el Hospital Gregorio Marañón, la Universidad Europea de Madrid y la Universidad Complutense de Madrid.

 

Debido al crecimiento actual de la esperanza de vida, cada vez existe un número más elevado de población anciana en nuestra sociedad. En concreto, y según los últimos datos poblaciones del Instituto Nacional de Estadística (INE), en España hay 2.686.323 personas mayores de 80 años, lo que representa cerca del 6% del total de la población.

“Cada vez existe más población anciana y la esperanza de vida sigue aumentando, es por ello que desde la Sociedad Española de Cardiología centramos muchos de nuestros esfuerzos en mejorar el tratamiento en este grupo de población, ya que las enfermedades cardiovasculares son las responsables del 35% de defunciones en los mayores de 80 años”, explica el Dr. Manuel Martínez-Sellés, presidente de la Sección de Cardiología Geriátrica de la SEC y autor principal del estudio. “Además”, prosigue, “estas patologías representan una importante causa de discapacidad y de carga económica en este grupo de pacientes, ya que las enfermedades cardiovasculares causan deterioro cognitivo y por lo tanto generan una mayor dependencia en el anciano”.

 

La patología valvular más frecuente en la población anciana es la estenosis aórtica severa, que afecta al 5,5% de la población mayor de 75 años y al 8,1% de los mayores de 85 años. La estenosis aórtica es el estrechamiento anormal de la válvula aórtica que puede derivar en fibrilación auricular, ictus, insuficiencia cardiaca o hipertensión pulmonar. Se considera una enfermedad grave en el momento en que empiezan a aparecer los síntomas (dolor torácico, tos, insuficiencia respiratoria, fatiga, palpitaciones o desmayos), por lo que es necesario recurrir al tratamiento.


Existen tres opciones de tratamiento: el más utilizado hasta el momento, la terapia paliativa, que consiste en medicación para mejorar la calidad de vida; la cirugía mediante bypass para el reemplazo de la válvula aórtica; y el implante de la válvula aórtica mediante un catéter (TAVI). “Ha existido mucha controversia en torno a la elección de la técnica más adecuada para este tipo de pacientes ancianos, dada la alta comorbilidad asociada a estas edades”, apunta el doctor.


Hace unos años, un grupo de cardiólogos españoles liderados por el mismo Dr. Martínez-Sellés, ya realizaron el estudio PEGASO (Pronóstico de la Estenosis Grave Aórtica Sintomática del Octogenario), que tras estudiar a 928 pacientes octogenarios con estenosis aórtica severa, reveló que más de la mitad de estos pacientes eran tratados mediante terapia paliativa cuando podían beneficiarse de TAVI, ya que el estudio también demostró que la supervivencia al año con TAVI era del 75% mientras que la de los pacientes que recibían el tratamiento conservador era del 25%.


“Aunque estos resultados fueron muy llamativos, todavía existían dudas sobre cómo podíamos valorar con mayor exactitud el perfil de los pacientes para determinar aquellos que debían recibir TAVI por encima de las otras terapias”, destaca el doctor.


Por ello, se ha realizado un nuevo estudio a partir de los datos de PEGASO, que por primera vez define el perfil del paciente que no es recomendable que reciba TAVI. Así, mediante el índice Charlson, que valora la presencia de enfermedades asociadas, según 19 ítems que incluyen diabetes, demencia, insuficiencia cardiaca o enfermedad cerebrovascular entre muchos otros, puede identificarse al paciente con estenosis aórtica severa y alta comorbilidad que sería el único perfil que no podría recibir esta terapia por tener una esperanza de vida de únicamente un año y medio. Esto supone solo uno de cada seis pacientes con estenosis aórtica severa, “lo que deriva en que cinco de cada seis pacientes sí que puede recibir este tratamiento. La aplicación de este índice para la valoración de pacientes ancianos que deben recibir tratamiento para la estenosis aórtica severa mejorará el conocimiento del pronóstico de la enfermedad, lo que a su vez derivará en un aumento de la aplicación de la técnica, de la supervivencia y por lo tanto en una disminución de la discriminación que existe actualmente en el paciente anciano”, concluye el doctor.

 

Fuente: Apple tree communications 

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