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Consumir té o café no perjudica al corazón

VADEMECUM - 01/09/2014  PATOLOGÍAS

Así lo indica un estudio francés que demuestra cómo, contrariamente a la creencia popular, el consumo de café no se asocia a un mayor riesgo de muerte cardiovascular ni por otras causas (infecciones, cáncer, etc.)

En la sede del ESC Congress 2014, se han presentado diversos estudios realizados por centros de reconocido prestigio internacional, que han evaluado el impacto cardiovascular del consumo de distintas bebidas ricas en cafeína (tales como el café, el té o las bebidas energizantes).

La desmitificación de los efectos negativos del café y las bondades del té

La Dra. Almudena Castro, cardióloga del Hospital Universitario La Paz de Madrid, ha sido la encargada de presentar las últimas investigaciones que han analizado la relación existente entre el consumo de café y el riesgo cardiovascular.

Uno de estos estudios, realizado en Francia, demuestra que tanto el café como el té no se asocian a unamayor tasa de muerte cardiovascular. El trabajo ha analizado a 131.401 pacientes de edades comprendidas entre los 18 y los 95 años, a los que clasificaron según su consumo habitual de café o té: no consumidores, consumidores moderados (menos de 4 tazas/día) o grandes consumidores (más de 4 tazas/día).

En el análisis se observó que los individuos que consumían más de cuatro tazas diarias de café tenían mayor edad que los no consumidores y que poseían más factores de riesgo cardiovascular, sobre todo fumaban más. Asimismo, se observó un aumento del riesgo de muerte por causa cardiovascular. “Este riesgo desapareció cuando se ajustó la variable del tabaquismo. Esto significa que el aumento de la mortalidad no era debido al consumo de café sino al ser fumador, que a su vez está asociado a un estilo de vida menos saludable”, explica la Dra. Almudena Castro; quien añade que, “el estudio evidenció que el porcentaje de fumadores entre la población no consumidora de café fue bastante más bajo que en los consumidores moderados o en los grandes consumidores: 17% frente al 31% y 51% respectivamente”.

Sorprendentemente, los investigadores del mismo trabajo descubrieron que los individuos que tomaban té poseían un mejor perfil de riesgo cardiovascular (menos factores de riesgo) que la población que no lo consumía, y que, además, tenían un 24% menos de probabilidades de fallecer por alguna causa no cardiovascular.

Como conclusión, la Dra. Castro destaca, “en general se ha visto que los bebedores de café tienden a poseer un peor perfil de riesgo cardiovascular que lo bebedores de té o no consumidores, aunque la razón parece estar más en el estilo de vida y en los factores de riesgo cardiovascular que se atribuyen a cada perfil de consumidor. Así, vemos como más de la mitad de las personas que toman grandes cantidades de café fuman, y que, por el contrario, los consumidores de té llevan un estilo de vida más sano, practican más deporte, fuman menos, etc., lo que probablemente esta sea la razón por la que éstas personas estén más protegidas ante el riesgo de muerte”.

El café aumenta el riesgo de prediabetes en un determinado grupo de hipertensos jóvenes

La misma Dra. Castro ha sido también la encargada de destacar los resultados de otro estudio, esta vez de un grupo italiano, que analizó cómo el consumo de café influye sobre el metabolismo de la glucosa, aumentando el riesgo de sufrir prediabetes en un determinado grupo de población: jóvenes hipertensos con sobrepeso u obesidad, o aquellos individuos con especial predisposición genética a metabolizar la cafeína de forma diferente.

Después de más de seis años de seguimiento sobre 1.180 pacientes hipertensos (de 18 a 45 años), se observó que el 24% fueron diagnosticados de prediabetes (el 27% de los hombres y el 16% de las mujeres) y que aquéllos que consumían entre una y tres tazas de café/día  presentaban un 34% más de riesgo a desarrollar esta enfermedad, que aquellos pacientes que no consumían café. Este aumento del riesgo fue aún más significativo en el grupo de pacientes que bebían más de tres tazas de café/día, ya que éstos tenían el doble de riesgo de desarrollar prediabetes que los no consumidores de café.

La investigación muestra que este riesgo fue aún más significativo en el grupo de hipertensos que presentaba sobrepeso u obesidad y revela, además, un dato genético a tener en cuenta, y es que se observó cómo los pacientes que metabolizan de forma lenta la cafeína (un 58%) tienen un riesgo hasta tres veces mayor de tener niveles elevados de glucosa en sangre, algo que no ocurrió en los sujetos que metabolizan de forma rápida la cafeína (un 42%).

“En los últimos años estamos asistiendo a un crecimiento de la investigación genética en todos los campos. De hecho, en los ensayos clínicos que se realizan para ver la eficacia y seguridad de los nuevos medicamentos se incluye casi siempre un estudio genético en el que se analiza la respuesta de cada individuo a un medicamento según su genotipo. Por tanto, la importancia del trabajo presentado radica en que no sólo analiza cómo repercute el consumo de café en los pacientes hipertensos, sino que también hace un análisis del genotipo de estos pacientes y nos muestra cómo el metabolismo del café en el organismo está influenciado por la presencia de variaciones genéticas”, concluye la Dra. Almudena Castro.

El consumo de bebidas energizantes puede provocar problemas cardiacos

La ingesta de bebidas energizantes está relacionada con el consumo de alcohol y la práctica de ejercicio físico intenso. Además, y según datos de la European Food Safety Autority (EFSA), aproximadamente el 68% de los adolescentes (10-18 años) y el 30% de los adultos (18-65 años) europeos son consumidores de este tipo de bebidas.

Uno los temas presentados ha sido justamente el riesgo cardiovascular asociado a las bebidas energizantes ricas en cafeína (en un 96%), taurina (en un 52%) y vitaminas (en un 33%). Así, el Dr. Eduardo Alegría, vocal de la Sección de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y cardiólogo consultor en la Policlínica Gipuzkoa de San Sebastián, ha sido el encargado de presentar una investigación realizada en Francia que ha estudiado los peligros cardiacos asociados a su consumo.

Este estudio analizó las complicaciones que se reportaron a la Agencia Francesa de Seguridad Alimentaria entre enero del 2009 y noviembre del 2012. Los datos revelaron que casi la mitad fueron de origen cardiovascular, muy por delante de las psiquiátricas y las neurológicas. Así, hubo ocho paros cardíacos y muertes súbitas, 46 arritmias cardiacas, 13 anginas de pecho y tres crisis hipertensivas. El trastorno más habitual, con 60 casos, fue el llamado “síndrome de la cafeína”, caracterizado por taquicardias, temblores, ansiedad y dolor de cabeza.

En este sentido, el Dr. Alegría destaca que, “cada vez son más los pacientes que acuden a los servicios de urgencias con síntomas de taquicardia, palpitaciones, subidas de tensión, etc., bajo el diagnóstico de ‘síndrome hiperadrenérgico’, que es cuando a un corazón sano se le somete a un exceso de estímulos externos, en este caso, provocados por este tipo de bebidas”. En cuanto a la dosis, el doctor es claro, “ésta dependerá de la vulnerabilidad cardiaca de cada persona, es decir, de lo sensible que sea cada persona a los efectos taquicardizantes de la cafeína”.

“Al estar prohibida la publicidad de bebidas alcohólicas en los eventos deportivos, ahora, las bebidas energizantes han aprovechado este espacio para publicitarse y hacer creer a los adolescentes que sus efectos son inocuos en cualquier cantidad. Son muchos los que piensan erróneamente que su consumo va asociado al aporte de vitaminas, cuando en realidad lo que hacen es producir una carga adrenérgica que deriva en problemas cardiacos importantes, fundamentalmente, en trastornos del ritmo cardíaco”, concluye el cardiólogo.

El consumo regular de fruta disminuye un 40% el riesgo cardiovascular

Así lo indica un estudio llevado a cabo por la Universidad de Oxford después de analizar a casi medio millón de personas procedentes de diez localidades diferentes de China. Después de siete años de seguimiento la investigación reveló que, en comparación con la población que no consumía fruta, los que consumían a diario vieron reducido su riesgo cardiovascular entre un 25%-40%. En concreto, disminuyó alrededor de un 15% el riesgo de padecer enfermedad isquémica del corazón, un 25% el riesgo de ictus isquémico y un 40% el riesgo de ictus hemorrágico. “Lo interesante fue comprobar cómo este riesgo iba disminuyendo a medida que aumentaba el consumo de fruta, con lo que cuanto más fruta se consuma más disminuirá el riesgo”, destaca el Dr. Alegría. “No está de más confirmar lo que ya intuíamos o sabíamos en un gran grupo de población, aunque sea una etnia algo alejada socialmente de la nuestra”.

Por otro lado, los expertos también encontraron, como posible explicación, una significativa relación entre el consumo de fruta y la disminución de la presión arterial (PA), ya que aquellos que ingerían fruta de forma habitual poseían una reducción de 3.4 mmHg en sus niveles de PA sistólica y de un 4.1 mmHg en sus niveles de PA diastólica.

 

Fuente: apple tree communications

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Entidades:
European Society of Cardiology - ESC
 
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