Durante el verano es habitual que la piel sufra cierto nivel de deshidratación debido al exceso de sol, los baños en piscinas y playas, el calor. Además, frecuentemente aparecen manchas, o se intensifican, por la exposición solar. La llegada del otoño, con la consecuente disminución de las horas de sol, así como del nivel de radiación ultravioleta, se convierte en la época más adecuada para eliminar las manchas solares.

Como afirma la Dra. Mayte Truchuelo, dermatóloga del Instituto Dermatológico de Vithas Internacional, “se pueden tratar ambos problemas: las manchas y la deshidratación, de modo que la piel recupere la luminosidad perdida. Para ello la opción más efectiva es la combinación de diferentes tratamientos, especialmente el láser y bioestimulación mediante infiltraciones de plasma rico en plaquetas”.

Para aclarar manchas y recuperar el tono uniforme de la piel se utiliza la luz pulsada. “Podemos combinarla, además, con un láser fraccionado no ablativo que estimula el colágeno para tratar también la flacidez”, señala la Dra. Truchuelo.

La media general de sesiones de láser necesarias son unas 2 o 3, separadas unas 3 semanas entre sí, aunque, como apunta la especialista, “la valoración personal de cada paciente es fundamental para pautar el tratamiento más efectivo en cada caso”. Además, en consulta se pueden recomendar una serie de cosmecéuticos, es decir, “productos tópicos, como cremas o sérums, con los que conseguiremos un efecto sinérgico, de potenciación”. Vithas Internacional pertenece al grupo sanitario Vithas que cuenta en España con 19 hospitales y 28 centros médicos.

Tratamientos de bioestimulación

Para lograr una mayor efectividad del láser, la especialista recomienda combinarlo con tratamientos de bioestimulación, como son las infiltraciones de plasma rico en plaquetas o de ácido hialurónico.

El plasma rico en factores plaquetarios es un estimulador de colágeno, de modo que aporta mucha hidratación. “Se obtiene a partir de la sangre del propio paciente, tras un proceso de centrifugación que permite alcanzar la fracción de plasma más rica en factores de crecimiento, que es la que inyectamos al paciente. La liberación de estos factores plaquetarios en la dermis acelera los mecanismos de reparación y regeneración de la piel”, explica la Dra. Truchuelo.

Otra opción son las infiltraciones de ácido hialurónico en mesoterapia: “realizamos múltiples punciones a nivel dérmico que aportan mucha hidratación, ya que se trata de una molécula que presenta mucha atracción por el agua”.

En todos los casos, sea láser, bioestimulación o ambos, el paciente apenas sufre efectos secundarios: “puede aparecer un enrojecimiento de la piel que cederá en unos días, de modo que es perfectamente compatible con la vida diaria”.

Fuente: Vithas Internacional