-Cuando una persona transgénero inicia los cambios para la reasignación de género es frecuente olvidar una parte muy importante dentro del proceso: la voz. Como señala Sara Magallares Sánchez, neurologopeda y especialista en Estudios Fónicos y Ciencia Vocal del Instituto de Comunicación, Habla y Lenguaje de Vithas Internacional, “si bien es cierto que hoy en día cada vez se da mayor importancia a la terapia vocal en el cambio de sexo, es un tema todavía desconocido en algunos países y faltan profesionales especializados que se dediquen a ello con las herramientas necesarias”.

Existen numerosas diferencias entre la voz femenina y la masculina y, como apunta la especialista, es importante trabajarlas todas: “no solo se diferencian en frecuencia fundamental, que en el caso de los hombres suele rondar los 110 HZ de media y en las mujeres oscila entre los 175 y los 200 Hz, sino también en otros aspectos igual o más importantes, como la melodía, la sonoridad, la resonancia o el ritmo”.

Todos estos aspectos se pueden abordar mediante la terapia logopédica, que permite feminizar la voz sin la necesidad de pasar por quirófano. Como afirma Magallares, “el objetivo general de este tipo de terapias es modificar la resonancia oral, la frecuencia fundamental y la entonación o melodía. También mejorar la elasticidad y resistencia de los músculos laríngeos, trabajar la comunicación no verbal y la pragmática propias femeninas, mejorar el control respiratorio y el apoyo diafragmático, entrenar al sujeto en técnicas de relajación de órganos fonoarticuladores, reducir hábitos fonotraumáticos y mejorar la higiene vocal, entre otros”. Vithas Internacional pertenece al grupo sanitario Vithas que cuenta en España con 19 hospitales y 27 centros médicos.

En el caso contrario, cuando hablamos de masculinizar la voz, los especialistas del Instituto de Comunicación, Habla y Lenguaje nos aclaran que la terapia hormonal suele ser suficiente para ensanchar y acortar las cuerdas vocales del sujeto y, de esta forma, conseguir una voz más grave y masculina. No obstante, de la misma manera que feminizar la voz no es sinónimo de agudizar el tono, “la masculinización de la voz no se puede resumir en un agravamiento del tono”. Por ello, destacan los beneficios de la intervención logopédica para prestar atención a otros componentes, “como la articulación, la resonancia, la entonación o melodía y la comunicación no verbal”.

Duración y efectividad de la terapia

La duración de este tipo de terapia de logopedia depende en gran medida de las características individuales del sujeto y de su implicación y participación en el programa. Tras una primera valoración se podrán establecer las pautas a seguir, personalizando cada caso.

Como apunta Sara Magallares, “será necesario trabajar la automatización en la vida cotidiana de los hitos logrados en el contexto clínico”. En este sentido, cabe señalar que la efectividad del tratamiento dependerá del propio sujeto y de su propia participación. No obstante, los especialistas reseñan una alta efectividad.

Otra alternativa para lograr feminizar la voz sería la cirugía: “se trata de un método igualmente efectivo, sin embargo, siempre será necesario complementar con la intervención logopédica para feminizar o masculinizar la voz”, señala Magallares.

Fuente: Vithas