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Técnicas de imagen permiten conocer de manera más concreta nuestra edad vascular

VADEMECUM - 07/05/2015  JORNADAS

Este es uno de los temas que se debatirá en la 29ª Reunión Anual de imagen Cardiaca que se celebra desde el día 7 hasta el sábado 9 de mayo en la Universidad Complutense de Madrid y que cuenta con el patrocinio de la Sección de Imagen Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC)

Cómo medir el riesgo de morir por una enfermedad relacionada con el corazón según el sistema cardiovascular para determinar el mejor tratamiento del paciente. Este será uno de los temas principales que se abordarán en la 29ª Reunión Anual de imagen Cardiaca que se celebra desde hoy y hasta el sábado 9 de mayo en la Universidad Complutense de Madrid y que cuenta con el patrocinio de la Sección de Imagen Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).

Según un trabajo publicado en European Heart Journal, el cálculo de la edad vascular pretende dar una explicación física del riesgo real del paciente y estratificar de manera más concreta el riesgo cardiovascular de adultos entre los 40 y los 65 años de edad. Además, a diferencia del actual sistema SCORE mediante el cual se determina el riesgo cardiovascular a partir de dos ecuaciones distintas (una para los países de alto riesgo cardiovascular y otra para los países de bajo riesgo), el cálculo de la edad vascular permite obtener una ecuación válida para todos los países. 

La edad vascular de los pacientes se calcula teniendo en cuenta la edad, el género, el hábito tabáquico y los niveles de colesterol y presión arterial.

Por ejemplo, usando el actual sistema para medir el riesgo cardiovascular mediante el sistema SCORE, un paciente varón de 40 años, fumador, con unos niveles de presión arterial superiores a 180 mmHg y unos niveles de colesterol de 220 mg/dl tendría un riesgo de morir por enfermedad cardiovascular de entre un 2 y un 5%, según si viviera en países de bajo o alto riesgo respectivamente. Del mismo modo, un hombre de 65 años, no fumador, con un nivel de presión arterial de 140 mmHg y unos niveles de colesterol de 220 mg/dl tendría un riesgo de hasta un 6% de morir por enfermedad cardiovascular.  Sin embargo, y aunque el porcentaje de riesgo es similar, el primero tendría un peor pronostico y una peor salud cardiovascular que el segundo.

El cálculo de la edad vascular, en cambio, indicaría que el primero, el varón de 40 años, tendría una edad vascular de 63 años mientras que el segundo, el varón de 65, tendría una edad vascular de 68 años. Así, esta escala permite comprender de una manera más clara el verdadero significado del porcentaje de riesgo cardiovascular de cada paciente, teniendo en cuenta su edad.

Según el Dr. Leopoldo Pérez de Isla, codirector de la reunión, y el Dr. José Ignacio Cuende, creador de las tablas de cálculo de la edad vascular, “el riesgo cardiovascular es un concepto que el profesional puede entender bien pero que, a menudo, el paciente confunde. Aquel que tiene un riesgo de morir por enfermedad cardiovascular de un 5% podría interpretar en clave positiva que tienen un 95% de probabilidades de que no pase nada y, sin embargo, a determinada edad significa un riesgo muy alto. Este trabajo transforma ese riesgo en edad vascular, una cifra que indica cómo de viejo es tu aparato cardiovascular. Así, si la edad del paciente coincide con la edad vascular no existe ningún problema, pero si por el contrario, la edad vascular es significativamente superior a la edad del paciente, éste entiende más fácilmente el grado de gravedad de su situación”.

Por su parte, el Dr. Miguel Ángel García Fernández, director de la reunión y secretario general de la SEC, hace hincapié en que, “a diferencia de la edad vital, es posible rejuvenecer la edad vascular siguiendo hábitos de vida saludables y controlando los factores de riesgo cardiovascular, es decir, dejando de fumar, controlando los niveles de tensión arterial y colesterol, realizando ejercicio y manteniendo un índice de masa corporal adecuado”.

Durante la sesión, se abordará cuál debe ser el papel de la imagen cardiaca y cómo las técnicas no invasivas pueden ayudar a determinar aún mejor la edad vascular del paciente.

“Las tablas para calcular la edad vascular son muy útiles pero tienen algunas limitaciones lógicas como, por ejemplo, que no tienen en cuenta si el paciente padece obesidad o si tiene antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular precoz. Es precisamente en aquellas ocasiones en las que el cardiólogo detecta que el riesgo cardiovascular puede ser mayor del que se obtiene calculando la edad vascular, cuando la imagen cardiaca puede ayudar a perfilar mejor la situación del paciente. De hecho, al introducir técnicas de imagen cardiaca para calcular la edad vascular, ésta aumenta de manera significativa en este grupo de pacientes”, afirma el Dr. Pérez de Isla.

Así, el cálculo de la edad vascular y la introducción de técnicas de imagen cardiaca permiten definir de mejor manera el tratamiento y pronóstico de los pacientes. Por ejemplo, mediante ecografía de las carótidas, el cardiólogo puede ver si existen dilataciones o estrecheces de las mismas o si hay placas de arterioesclerosis.

Una correcta estratificación permitirá establecer medidas muy efectivas tanto en el ámbito de los hábitos de vida (como seguir una dieta adecuada, realizar ejercicio,  o moderar peso) como en el ámbito de los tratamientos farmacológicos. Un ejemplo en torno a la importancia de realizar una correcta estratificación es el control de lípidos y es que según el riesgo del paciente, el objetivo y el tratamiento será distinto: para las personas con riesgo moderado, el nivel de colesterol LDL, “el colesterol malo”, debe situarse por debajo de los 115 mg/dl; para las de riesgo alto, por debajo de 100 mg/dl; y para las de riesgo muy alto, por debajo de 70 mg/dl.

El Dr. García Fernández concluye que “cada vez existen más centros médicos, incluyendo centros de atención primaria, que disponen de este tipo de equipos para poder realizar mejores diagnósticos. No obstante, aún queda mucho camino por recorrer y es necesario dedicar tiempo para la formación en el manejo de los equipos y para difundir el beneficio que pueden aportar estos recursos”.

 

Fuente: apple tree communications 

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