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El Foro de La Profesión Médica pide una planificación que adecúe el numerus clausus a las necesidades reales de plazas MIR en hospitales

VADEMECUM - 17/01/2014  ASOCIACIONES MÉDICAS

La agrupación de organizaciones médicas solicita, asimismo, que se frene el crecimiento del número de Facultades de Medicina y una mayor coordinación entre instituciones representativas de la profesión y las autoridades sanitarias y educativas para garantizar una formación de calidad en las Facultades

El Foro de la Profesión Médica, que agrupa a las organizaciones más representativas de los médicos, ha alzado su voz al unísono en defensa de la calidad de la formación de los profesionales, en la que se asienta el buen funcionamiento del SNS, y para poner freno a la apertura de nuevas facultades de medicina y adecuar el numerus clausus a  las necesidades reales de las plazas MIR en los hospitales acreditados.  

La Organización Médica Colegial (OMC), la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), la Federación de Asociaciones Científico-Médicas de España (FACME), la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina (CNDFM), el Consejo Nacional de Especialidades en Ciencias de la Salud (CNECS) y el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM), exponen, a través de este documento, las razones de esta defensa que tiene como objetivo la calidad de la asistencia sanitaria, en línea con el acuerdo firmado en 2013 con el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad para la sostenibilidad del SNS.

Análisis de la situación actual

La formación del médico es larga, con una duración mínima de 11 años, y sacrificada. Hay que tener en cuenta que el  joven que ha logrado el Grado en Medicina ha obtenido el título de médico, pero en realidad sólo nominalmente, pues no  está habilitado para trabajar en el SNS y su acceso al sector asistencial privado es prácticamente imposible. De hecho, los Graduados en Medicina sólo se convierten en médicos con capacidad para el ejercicio asistencial autónomo tras finalizar su periodo MIR, por lo que las dos etapas de la formación médica se deben concebir de forma unitaria. Tal circunstancia establece una diferencia entre los recién Graduados en Medicina con el resto de los titulados sanitarios que, aunque tampoco tienen fácil acceder al mercado de trabajo, no requieren necesariamente un periodo de especialización para ejercer en el SNS (enfermeros, fisioterapeutas,...) o en el sector privado (enfermeros, odontólogos, farmacéuticos, fisioterapeutas,...).

¿Qué consecuencias tiene que sea necesario el periodo MIR para ejercer labores asistenciales? Como existe un numerus clausus para acceder al MIR, dicha oferta debe estar equilibrada con el número de egresados de nuestras Facultades. En caso de existir desfases entre ellas no se cubrirían las plazas de MIR ofertadas, o los recién graduados, médicos nominales, no podrían finalizar su proceso de formación y entrarían a formar parte de una bolsa de titulados sin posibilidades de ejercicio asistencial. En este último caso, los jóvenes egresados habrían perdido su tiempo y esfuerzo. Para evitar estas situaciones es necesario que el numerus clausus se aplique al comienzo del proceso formativo, es decir, en el acceso a los estudios de Grado en la Facultad de Medicina.

Entre 2001 a  2011 se han convalidado más títulos extracomunitarios (50.205) que médicos se han licenciado en las facultades españolas (46.194). Sólo en el año 2010, se reconocieron 271 títulos europeos, y se homologaron 5.928 títulos extracomunitarios por el MEC y 298 por las Comisiones Nacionales de distintas especialidades. De hecho, en la convocatoria MIR de 2009, de las 6.948 plazas que se ocuparon, 2.369 lo fueron por licenciados extracomunitarios aunque posteriormente se han aplicado restricciones (en la convocatoria actual son el 4% de las plazas).

El confuso mensaje de la necesidad de médicos que responsables políticos e incluso alguna asociación y colegio profesional difundían, produjo un enorme “efecto llamada” para ingresar en nuestras facultades ante las buenas perspectivas de empleo. La propia sociedad presionaba a la Universidad para que se incrementaran el número de plazas en las facultades ante la enorme demanda de estudiantes, y se comenzaron a promover Facultades de Medicina tanto públicas como privadas.  Ante el estupor de algunos, entre los que se situaba la Conferencia de Decanos de Facultades de Medicina, de 2005 a 2012 pasamos de los 4350 a más 7000 alumnos de nuevo ingreso. Toda ciudad de cierta entidad quería tener una Facultad de Medicina y las de mayor población aumentar su número: pasamos de 28 a 40 facultades (5 públicas y 7 privadas nuevas; en 2003 se había creado  la Facultad de CEU San Pablo) y nos convertimos en el segundo país de población superior a 20 millones de habitantes con más Facultades de Medicina por habitante. Pero los resultados de incrementar el número de estudiantes y facultades tardaron años en dar resultados: hay que esperar 6 años para que un estudiante se pueda presentar al examen MIR y al menos 4 años para que sea especialista. Es ahora cuando esas políticas de incrementos incontrolados empiezan a  evidenciarse.

Así hemos llegado a la situación actual en la que, resultado de esta torpe y desafortunada planificación, en noviembre de 2013, 2.389 médicos están en “paro” y 4.203 son demandantes de empleo y comenzamos a exportar médicos especialistas (3400 en 2013);  este año y en los próximos se sumarán nuevas generaciones que terminan su periodo MIR y competirán en el escaso mercado de trabajo. Para agravar más este escenario, debido a  la situación económica actual y dentro de una reciente planificación sanitaria que trata de disminuir el gasto y mejorar la eficiencia de SNS, la oferta de plazas de MIR ha empezado a disminuir (6,7% en 2012 y 3,4% en 2013).  En consecuencia, si no reducimos el numerus clausus en nuestras facultades sufriremos importantes desajustes entre los graduados y las plazas de MIR ofertadas. A lo anterior se añade que un número importante de jóvenes especialistas que no encuentran empleo o algunos que deciden cambiar de especialidad se vuelven a presentar al examen MIR junto a los recién egresados y extracomunitarios. Por tanto, es previsible que de continuar esta tendencia se produzca una bolsa de médicos nominales que superará ampliamente los 1000 anuales, y que al no poder convertirse en especialistas, no podrán alcanzar el ejercicio de la profesión. Teniendo en cuenta estas y otras consideraciones, los expertos en demografía médica estiman que es necesario disminuir  el número de nuevos alumnos a 5500-6000 para equilibrar las plazas de MIR que presumiblemente se convocarán dentro de 6 años para atender, a su vez, las necesidades de médicos especialistas dentro de 11años.

En este contexto, mientras algunas universidades públicas han comenzado a disminuir su número de estudiantes,  sin embargo  otras anuncian su incremento. Por si fuera poco, y para complicar más este escenario, algunas Comunidades Autónomas han autorizado, o están en vía de autorizar, nuevas universidades privadas que tienen previsto la titulación de Medicina (Mare Nostrum University y Universidad Católica de Alicante) y algunas universidades públicas no abandonan definitivamente  la idea de abrir nuevas facultades (Universidad de Baleares, Universidad de Jaén, Universidad de Almería y Universidad de Huelva) y otras privadas (Universidad de Vic) anuncian sus planes de abrir una Facultad de Medicina.

Responsables de regular el número de estudiantes de Grado de Medicina y de autorizar nuevas Facultades de Medicina

Respecto al numerus clausus, el órgano responsable es la Conferencia Nacional de Política Universitaria (órgano formado por el Ministerio de Educación y Consejerías de Educación). En ella se decide el número total de alumnos admitidos y su distribución teniendo en cuenta las estimaciones del Ministerio de Sanidad y las propuestas de las Consejerías Autonómicas, a su  vez originadas en las Facultades de Medicina y aprobadas por las respectivas Universidades.

La puesta en marcha de una nueva facultad es un proceso complicado. Para que una universidad pueda impartir un titulo de grado, es decir, para crear una nueva Facultad de Medicina, debe contar con la autorización de su respectiva Consejería de Educación y que su plan de estudios sea verificado por el Consejo de Universidades (órgano formado por Ministerio de Educación y por la Conferencia de Rectores de Universidades españolas, CRUE) tras el preceptivo informe favorable de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) o las agencias autonómicas acreditadas. Dichas agencias valoran si el plan es coherente y acorde con las directrices del título y en función de los recursos humanos (plantilla de profesores) y de las instalaciones disponibles (se incluyen los hospitales concertados públicos o privados para las prácticas clínicas) podrá emitir informe  favorable para que impartir el titulo de Grado en Medicina  limitada a un determinado número máximo de alumnos.

En resumen:

  • El  númerus clausus  de alumnos de nuevo ingreso y su distribución entre las Facultades de Medicina se establece por la Conferencia Nacional de Política Universitaria (Ministerio de Educación y Consejerías de Educación).
  • La aprobación de los planes  de estudios de Grado en Medicina depende del Consejo de Universidades (Ministerio de Educación y Rectores) tras el preceptivo informe favorable de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA), o agencias regionales acreditadas, y la autorización para su implantación corresponde a las Comunidades Autónomas.

Tras este análisis nos preguntamos: ¿cómo es posible que actualmente la Conferencia de Política Universitaria comience a reducir aunque tímidamente las plazas para estudiar el Grado en Medicina (1,35%) mientras el Consejo de Universidades y las Comunidades Autónomas aprueba la creación y puesta en marcha de nuevas Facultades de Medicina?

Está claro que no es congruente reducir el número de estudiantes y al mismo tiempo abrir  nuevas Facultades de Medicina
 
Es fácil darse cuenta que el escenario es complejo y que en él se mueven de manera descoordinada varios agentes con distintos intereses: Universidades Privadas promovidas por grupos empresariales, fundaciones e instituciones religiosas, Universidades Públicas, Consejerías de Educación y de Sanidad de Comunidades Autónomas,  Ministerio de Educación y de Sanidad, ANECA y agencias autonómicas acreditadas.

Propuestas 

El Foro de la Profesión Médica, que, recientemente ha firmado un acuerdo con el Ministerio de Sanidad para la sostenibilidad del SNS, se ve en la obligación de hacer públicos nuestros análisis y reflexiones ante la situación descrita y exponer las siguientes propuestas:

  1. Mayor coordinación entre las Instituciones representativas de la profesión y las autoridades sanitarias y educativas para garantizar una formación de calidad en nuestras Facultades que resuelva las necesidades futuras de médicos.
  2. Realizar una planificación que adecúe el numerus clausus a  estas  necesidades reales de las plazas MIR en los hospitales acreditados.
  3. Que se frene el crecimiento del número de Facultades de Medicina.

Organización Médica Colegial de España - OMC
Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas - FACME
Confederación Estatal de Sindicatos Médicos - CESM
Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina - CNDFM
Consejo Nacional de Especialidades en Ciencias de la Salud - CNECS
Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina - CEEM

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